Redacción Manta
Cerca de 100 hectáreas de cultivo de arroz, en ocho comunidades de la parroquia Charapotó, del cantón Sucre, quedaron bajo el agua. La acumulación de lechuguines en las bases de tres puentes impide el normal recorrido del líquido que fluye desde la represa Poza Honda, en el cantón Santa Ana, hacia el río Portoviejo.
Favio Zambrano, un agricultor del sitio Pasadero, perdió 6 hectáreas de arroz. “Los lechuguines parecen muros verdes, eso retiene el agua del río Portoviejo”, dijo Zambrano.
Al igual que él, otros 25 agricultores han sido perjudicados. “Aquí se siembra en pequeñas parcelas y entre muchas personas, por eso el perjuicio es múltiple”, explicó el agricultor.
Manuel Cedeño vive en la zona de La Boca. Había sembrado pimiento y cebolla perla. Ahora, todo está inundado. Él considera que las autoridades deberían autorizar que un brazo hidráulico extraiga las plantas y así se permita el flujo de las aguas.
“Hasta mi casa quedó como una isla, debido a la inundación repentina”, contó el agricultor.
El concejal del cantón Sucre, Galo Chica, comentó que la razón de la inundación fue porque las restos de las plantas se acumularon. Estas habían sido retiradas aguas arriba y fueron arrastradas por la corriente hasta formar una especie de dique.
El desvío de las aguas hacia las zonas de cultivos va en desmedro de los propietarios de cabañas de venta de comidas típicas, ubicadas en las márgenes del afluente de Manabí.
“Cuando el río se desvía, la gente no viene”, dijo Manuela Vélez, propietaria de una caseta donde vende comida. Por su parte, el edil Chica ha solicitado al Cabildo que autorice la limpieza de los lechuguines.