Cuidadores de vehículos imponen tarifas en las calles de San Roque, en el Centro. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Son los dueños de la acera y de la calle. Se los ve, sobre todo, en las noches. Aparecen sigilosamente cuando un vehículo busca estacionarse en sectores como La Mariscal, y en general en vías donde hay restaurantes o centros de diversión nocturna. Cobran entre 1 y 5 dólares por permitir parquear el automotor en el espacio público.
El tema de los cuidadores de autos cobró importancia luego de que Gia Alexa, una cantante de reggaetón que realiza presentaciones artísticas en bares de Quito, fue víctima de una agresión por parte de uno de estos cuidadores en el sector de la plaza Foch.
El fin de semana se hizo viral lo que le ocurrió la noche del jueves 28 de febrero. Ella parqueó su vehículo en las calles Mariscal Foch y Diego de Almagro, para dar un concierto en un bar de la zona. Cantó 20 minutos, al regresar a su auto le pagó USD 1 al cuidador, quien vestía un chaleco azul. El hombre se enojó y le exigió que le cancelara USD 4, argumentando que esa es la tarifa obligatoria.
Molesto -contó la artista- el hombre le arrojó la moneda en la cara y le reclamó. En esos instantes, Gia Alexa y una amiga que la acompañaba se asustaron. “La moneda me golpeó en la frente, cerca de la ceja. Luego el hombre se puso delante del carro y comenzó a patear. Con sus dedos hacía gestos obscenos”, manifestó.
Este no es un hecho aislado. Las personas que frecuentan esta zona se quejan del mismo problema. En el sector hay organizaciones que se dedican a cuidar los autos. Algunos de ellos, los uniformados, forman parte del proyecto Parqueo Amigo La Mariscal, que funciona desde el 6 de mayo del 2018 y cuenta con el apoyo de la Policía Nacional.
El objetivo es mejorar la calidad del servicio en la vigilancia de los vehículos y que los cuidadores colaboren en las tareas de seguridad cuando se presenten emergencias.
En el momento, 15 personas laboran en el programa, precisa el capitán Marco Terán, jefe de Operaciones del Circuito La Mariscal y encargado del proyecto. Trabajan desde las 18:00 hasta las 04:00.
El cuidador que agredió a la cantante fue separado del programa luego de la denuncia. Terán resalta que, tras la implementación del proyecto, los robos a autos y accesorios disminuyeron en la zona.
Asimismo, destaca que el plan cuenta con un seguro para los carros que se parquean en las zonas azules de La Mariscal durante las noches. Este cubre hasta USD 500 en daños a parabrisas, ventanas y espejos, entre otros.
Dentro del convenio, la Policía únicamente se encarga de la selección del personal y su capacitación. En lo que se refiere a las tarifas -acota- el tema le compete al Municipio. Justamente allí es donde radica el problema. La Agencia Metropolitana de Control (AMC) informó que los cuidadores que forman parte del programa de la Policía no pueden cobrar una tarifa fija, sino que deben recibir un aporte voluntario. Pero eso no ocurre. Por esa razón la AMC, desde mayo del año pasado, hace operativos junto con el Cuerpo de Control en los alrededores de la Universidad Salesiana, en Iñaquito y en La Mariscal, para informar que el espacio público no puede ser usado arbitrariamente.
La AMC puede sancionar únicamente en flagrancia, cuando encuentra a una persona cobrando, es decir realizando una actividad económica en el espacio público sin permiso. La sanción es del 50% de una remuneraciónbásica unificada, es decir USD 197.
Este viernes se instalará una mesa de trabajo interinstitucional para hablar sobre el tema de las agresiones por parte de los cuidadores. La entidad propone que el Concejo Metropolitano trabaje en una ordenanza para regular a los cuidadores de autos.
Por su lado, el Municipio maneja un esquema de estacionamientos llamado Zona Azul. Se trata de 8 883 plazas de estacionamiento ubicadas en 21 calles de Quito. Están en sectores como La Mariscal, La Pradera, Santa Clara, La Carolina – Rumipamba y Cumbayá.
Bolívar Muñoz, gerente de Terminales y Estacionamientos de la Epmmop, indicó que este estacionamiento rotativo tarifado se creó justamente para quitar el monopolio del cobro. Se ha capacitado a 462 personas que son quienes entregan el tiquete de cobro y están uniformados con chaleco, gorra y la credencial avalada legalmente por la empresa municipal. Muñoz aclaró que su competencia va de 08:00 a 18:00, de lunes a viernes, y tiene un costo de USD 0,40 por hora o fracción. Toda exigencia que ocurra fuera de ese horario -dijo- es informal y debe ser sancionada.