Redacción CuencaLa Casa del Águila tiene 827 m² de área útil de construcción. Luego de su recuperación pasó a ser parte del patrimonio cuencano. Antes de este proceso no estaba inventariada en los registros de la Municipalidad local.
Servicios y costosLa fachada estaba pintada en blanco y azul, ahora tiene una tonalidad crema. El techo es de teja. Para su nuevo uso se cambiaron los sistemas eléctricos e hidrosanitarios. Las habitaciones tienen Internet WiFi. Los costos van desde USD 45 hasta 90, con desayuno, no incluyen impuestos.Incluso cuando Sonia Larrea pidió el permiso para la intervención, le dijeron que lo fundamental era mantener la fachada, pero ella quiso que todo conserve su estilo original y con materiales tradicionales. La incorporación al inventario de patrimonio cuencano motivó a la dueña de la casona, Sonia Larrea. “Me da pena que hayan botado tantas casas que había cuando era niña”.La parte frontal de la casa tiene dos niveles y la posterior tres. Tiene tres salas, dos patios y cuatro azoteas. Este hotel de estilo colonial tiene 17 habitaciones entre suites, sencillas, dobles, triple y matrimoniales. Todos los cuartos tienen baños que fueron incorporados para el nuevo uso del inmueble. Se aprovechó que los espacios eran amplios y se ubicaron los baños, dice Larrea. Inicialmente estaban en el segundo patio.El proceso de recuperación no fue tan complicado, dice Larrea. En la parte posterior del segundo y tercer niveles había tanques para lavar la ropa y la humedad afectó a esos lugares y a los pilares de madera, que estaban podridos. Fueron reemplazados por pilares de hierro y las azoteas fueron reconstruidas.En el resto de la casona, las vigas y los pilares estaban en buenas condiciones. Incluso, como parte de la decoración, algunos segmentos de los pilares quedaron a la vista; tanto en los pasillos como en las habitaciones.Lo mismo ocurrió en el acceso al salón principal, donde se dejó visible el carrizo del tumbado, los amarres de las vigas y el adobe de las paredes. Las puertas y marcos de ventanas son nuevas. Las anteriores no eran armónicas porque tenían diferentes diseños. Solo las tres puertas interiores de la sala principal no fueron cambiadas. Una vez solucionados esos problemas, se inició la decoración y pintura de las paredes (incluye pintura mural). De eso se encargó Fausto Merchán, quien es decorador e hijo de Larrea.Se privilegiaron las tonalidades naranjas y amarillas en las paredes. “Son colores armónicos que dan alegría y aprovechan la luz natural”, dice Larrea. Nunca hubo pintura mural en las paredes de Casa del Águila. Se pensó en indígenas, flores y elementos que vayan con el estilo de la casona. Según el gerente y socio del hotel, Xavier Matovelle, la decoración conserva el estilo colonial de la estructura, por eso se buscaron muebles y adornos que mantuvieran relación con esa condición.