Cuenca, que conmemora su independencia, crece a las parroquias rurales cercanas, lo que implica la necesidad de ampliar los servicios básicos. Foto: Xavier Caivingua para EL COMERCIO
Cuatro prioridades tiene Cuenca para enfrentar su crecimiento a futuro. La demanda insatisfecha de vivienda, trasladar el aeropuerto y terminal terrestre, ampliar la cobertura de servicios básicos y mejorar la red vial urbana son las tareas pendientes.
Son parte de un plan municipal para ejecutarlo hasta el 2030. La ciudad, que este 3 de noviembre del 2018 cumple 198 años de independencia, se expandió de forma desordenada a la zona rural. Según el INEC, el cantón tiene 614 539 habitantes ahora y el Municipio calculó que en el 2030 serán 773 000 personas.
Ese crecimiento se debe a factores como la migración interna y externa. El denominado ‘boom’ de jubilados extranjeros empezó el 2008, cuando la revista alemana Stern Migazine ubicó a Cuenca como el Mejor Lugar de Latinoamérica para la Residencia de Extranjeros.
También, recibió 17 reconocimientos de otras revistas internacionales. Eso atrajo a más de 6 000 estadounidenses y europeos para radicarse acá, según el registro de la revista Cuenca Expat. También, llegaron colombianos, peruanos y venezolanos.
De acuerdo con datos del Plan Urbano del Municipio, debido al continuo crecimiento la ciudad necesitará 53 500 soluciones habitacionales en 12 años más. Además, ampliar la planta de agua de Tixán y construir una nueva para el tratamiento de aguas servidas en Guangarcucho. La idea es mantener la calidad de vida con este plan.
En la actualidad, la Empresa Municipal Etapa tiene una cobertura del 99% en agua potable en la zona urbana y el 94% en la rural; mientras que el alcantarillado alcanza el 94% y 90%, en ese mismo orden.
La ampliación de Tixán está en ejecución y la construcción de la planta de tratamiento de aguas servidas se contratará el 2019. Eso garantizará la cobertura de agua y alcantarillado con proyección al 2040, dice el gerente de Etapa, Boris Piedra.
En el caso del suelo, el Plan Urbano hecho por la Dirección Municipal de Planificación identificó que la urbe se expandió desproporcionadamente. Entre 1950 y 2017 creció 25 veces en territorio urbano y 8,8 veces en población.
Hasta ahora, el crecimiento arquitectónico es horizontal. El 70% de las casas tiene dos pisos y una buhardilla y tiene lotes de 500 metros cuadrados. La construcción de edificios es restringida porque el aeropuerto La Mar está dentro de la urbe y las estructuras de varios pisos podrían interferir en el tránsito aéreo.
La Dirección de Aviación Civil permite la construcción de edificios –de hasta 30 pisos– fuera de la ruta de aproximación de los aviones. Es decir, en zonas como la avenida Ordóñez Laso, 1 de Mayo, vía rápida Cuenca-Azogues y sitios adyacentes a los ríos.
Por esa razón, la expansión llegó a sectores rurales o las zonas de crecimiento se consolidaron rápidamente, dice la directora de Planificación.
La ciudad creció en zonas planas de parroquias como Ricaurte, San Joaquín, Baños, Sayausí, Sinincay, Turi y El Valle. El crecimiento es visible en el barrio de Ochoa León (parroquia Ricaurte), al norte de la ciudad.
Allí está el proyecto Los Capulíes, uno de los más grandes que construye el Municipio con 600 casas. En los últimos cinco años también se crearon más de 10 proyectos privados, entre ellos, Pomasqui, Sirah, Buenaventura y La Rioja.
Allí, los terrenos son planos y el sector cuenta con servicios básicos, vías, transporte urbano, entidades financieras y centros de salud. Por ello, dice el corredor de bienes raíces, Marco Rodríguez, el costo del suelo pasó de USD 100 a 200 el metro cuadrado.
Hace dos semanas, a la azuaya Jacinta Ochoa le pidieron USD 82 500 por una casa (dos plantas, tres dormitorios, garaje…) en la Urbanización La Rioja. “La vivienda es inaccesible, por eso llevo más de un año de búsqueda”.
El plan municipal con miras al 2030 también propone que las grandes estructuras como el aeropuerto, la terminal terrestre y el mercado mayorista salgan del centro de Cuenca. Eso liberará zonas para nuevos edificios, señala la concejal Norma Illares.
Otra propuesta es convertir los terrenos sin intervenir en lotes para viviendas. La Dirección de Avalúos y Catastros tiene un registro de 12 690 predios (520 hectáreas) disponibles en la zona urbana.
En el caso de la movilidad, el tranvía y el arreglo y apertura de vías son las alternativas.