Javier Carrera de la Red Guardianes de Semillas explica las técnicas para preparar suelos para la instalación de huertas urbanas. Foto: EL COMERCIO
Con una charla sobre cómo aprovechar el suelo inició el segundo día del taller de agricultura urbana del festival Madre Tierra en Cuenca, en el sur del Ecuador.
Los participantes aprenden desde el origen de los alimentos hasta técnicas modernas para recrear huertos en espacios cerrados.
En el taller, que se dictó este sábado 7 de marzo de 2015 y que durará hasta el 14 de marzo, participan unas 30 personas. Los más entusiastas son los extranjeros que viven en pequeños departamentos y quieren aprender a aprovechar el espacio para cultivar productos comestibles y plantas medicinales.
Javier Zamora vive en un departamento y acudió, porque quiere aprender técnicas para crear huertos verticales, que son los más apropiados para los espacios reducidos. “Es interesante pensar en tener plantas de consumo diario a nuestro alcance, como las medicinales”.
El taller es dictado por los integrantes de la Red de Guardianes de Semillas, que han desarrollado técnicas para promover los cultivos orgánicos. Fernanda Meneses explicó que la agricultura urbana es una práctica que cada vez tiene más acogida en el país, por la facilidad de aplicarla en cualquier espacio.
Ella compartió algunas técnicas para instalar huertas urbanas, como la tradicional parcela cuando hay espacio suficiente; las minicomposteras, que se pueden adecuar en objetos reciclables como botellas de plástico, macetas, cartones, llantas, zapatos; otra alternativa son las huertas ornamentales en los techos.
Para la agricultura urbana hay que tomar en cuenta algunos aspectos, como el espacio disponible, si son lugares abiertos o cerrados, el clima y el tipo de cultivos. Meneses dijo que para departamentos se recomienda las plantas pequeñas, como las medicinales, frutillas, cebollín, lechugas, que se pueden sembrar en infraestructuras verticales que se cuelgan en ventanas o en recipientes individuales.
En espacios más abiertos es posible sembrar papas, zanahorias, tomates, frutas como uvillas y naranjillas, y otros que no tengan raíces profundas. No es necesario que el lugar tenga un terreno fértil, porque en la agricultura urbana el primer paso es la preparación del suelo, que se elabora con los desperdicios orgánicos que salen de la casa.
La agricultura urbana es una de las actividades que contribuyen a lograr urbes con ambientes sostenibles, como parte de la campaña Ciudades Sostenibles, que promueve la Organización de Naciones Unidas.
Diana Moscoso, coordinadora del festival Madre Tierra, que se desarrollará los últimos días de marzo en la capital azuaya, recordó que las casas antiguas de Cuenca tenían huertos en su interior, una costumbre que desapareció con el tiempo; en el Centro Histórico quedan pocas edificaciones con esa característica.
El tema central de la decimotercera edición del festival Madre Tierra es los saberes ancestrales, como parte de la vida cotidiana de los ecuatorianos. “Los saberes ancestrales están muy cerca, no se refiere sólo a los indígenas, porque todos tenemos ancestros y podemos heredar sus conocimientos”.