En Cuenca, la queja por el aumento de la carga laboral fue de la mano con la crisis económica de su Municipio. El actual alcalde, Paúl Granda, militante de País, ha liderado el reclamo.
El Mandato 8, aprobado por la Constituyente de Montecristi, obligó a las autoridades municipales a enrolar a un importante número de personas que trabajaba en proyectos y obras eventuales. Según Granda, su antecesor Marcelo Cabrera dejó más del doble de empleados y trabajadores (1 600) con relación al número que el ex funcionario recibió en 2004. Es decir, 667 empleados del Cabildo.
En una entrevista con este Diario, antes de dejar la Alcaldía, Cabrera aclaró que a más de estos servidores, había una burocracia paralela de 600 personas bajo contratos de intermediación y tercerización laboral.
Entonces, en mayo de 2008, a través del Mandato 8, se enrolaron a 490 de esos trabajadores que pasaron a ser beneficiarios del contrato colectivo. Por eso en su informe final aclaró que dejó 1 284 servidores, incluidos los 122 contratos y los funcionarios de libre remoción. Para Granda, ese número importante de contratos reduce de forma significativa los recursos del Municipio y por ende la inversión en la obra pública. Redacción Cuenca.