La Gobernación de Azuay llevó tanqueros del Cuerpo de Bomberos para abastecer de agua a las viviendas del barrio Mutualista Azuay. Fotos: Cortesía Gobernación del Guayas
Desde la noche del sábado 28 de marzo del 2020, más de 16 barrios del noroeste de la capital azuaya están sin servicio de agua potable. Una fuerte lluvia caída en la parte alta taponó la captación y conducción del líquido hacia la planta de agua potable de San Pedro de El Cebollar.
Es uno de los proyectos de agua potable de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado de Cuenca (Etapa), que se alimenta del río Culebrillas, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cajas.
Según Fabián Cazar, subgerente de Agua Potable de Etapa, en la zona alta de esta cuenca llovió más de 12 milímetros por metros cuadrado, el doble de lo habitual. Eso ocasionó el arrastre de lodo, piedras y tierra que taponaron totalmente la captación.
Este domingo 29, técnicos y obreros de Etapa trabajaron en la limpieza y evacuación del material. A partir de las 18:30 se esperaba ingresar agua al canal para iniciar la producción. Cazar anunció que hasta la media noche se restituiría el servicio.
Como es un sector grande el agua llegará poco a poco, dijo el Subgerente. El proyecto culebrillas beneficia a unas 10 000 personas y entre los barrios desabastecidos están Santísima Trinidad, Racar, Mutualista Azuay, Las Caleras, Corazón de Jesús, Pumayunga, Pan de Azúcar, María auxiliadora, El Lirio, El Carmen, San José, El Cruce, Chictarumi y la parte de la avenida Abelardo J. Andrade.
Este domingo, la mayoría de estos barrios fueron abastecidos del líquido vital con tanqueros de Etapa y del Cuerpo de Bomberos. Al Mutualista Azuay llegaron tres tanqueros, pero por la alta densidad poblacional no alcanzó para todas las familias.
“Esperemos que hoy se restituya el servicio porque -como nadie nos alertó de la suspensión- estamos totalmente desabastecidos”, dijo Juan Carlos Chicaiza, presidente de este barrio. Como medida de prevención ante el covid-19, a las personas que se acercaron a llenar sus baldes les obligaron a portar mascarillas.