Los artesanos son muy creativos y por eso cada año sacan nuevas figuras. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
Con los vientos más fuertes de agosto vuelan las cometas en el cielo de la capital azuaya. Hay talleres que se preparan con tres meses de antelación para elaborar estos juguetes que son propios de la época de vacaciones de la Sierra. Los artesanos son muy creativos y por eso cada año sacan nuevas figuras.
Hasta hace una década, una cometa se diferenciaba de otra únicamente por los colores. El modelo era sencillo: se ataba dos varillas de madera por la mitad, en forma de cruz. Sobre esta armazón se pegaba el papel cometa, y finalmente desde tres puntas de madera de amarraba el hilo, recuerda José Morocho, quién hacía estos juguetes voladores para sus hijos y ahora para sus nietos.
Pero la técnica ha ido mejorando en manos de los artesanos y de los padres de familia que ven en la elaboración de las cometas, una forma de dar rienda suelta a su imaginación. En la actualidad, de la ubicación de las tiras de duda (fibra vegetal) depende la forma que se le dé a la cometa; y esto se complementa con el uso de otras texturas como plástico, tela, cambrella, materiales reciclados…
La familia Palacios Lozada lleva 20 años en este negocio. Con tres meses de antelación, los esposos Pablo y Elsa, y sus dos hijos dedican horas de la noche y tiempos libres para elaborar las cometas de forma artesanal. Cada año sacan nuevos modelos, casi siempre relacionados a lo último en dibujos animados.
Este año, por ejemplo, sacaron modelos en forma de aves como búhos, águilas y murciélagos. Pero también la cometa tradicional cuadrada y la chasquera (con flequillos en los costados que producen sonido) pero con las imágenes de Superman, Iron Mann, El Hombre Araña, Rey León…pintados a mano sobre la tela que le dan realce y estilo.
Precisamente esta son las que tienen mayor demanda por los niños, contó Elsa Lozada, quien tiene su taller en la calle Sucre, por el sector del parque de San Sebastián, en el centro de la ciudad. Solo en los dos meses de vacaciones vende más de 2 000 cometas entre las colonias vacacionales y tiendas…
Los sectores de la feria libre El Arenal, avenida 12 de Octubre, Américas… son los espacios de mayor venta y los fines de semana los parques El Paraíso y Miraflores. Estos concentran a más familias, porque son espacios más abiertos y con corrientes de vientos ideales para que se eleven estos juguetes. Por ejemplo, en el parque de Miraflores ayer estuvo Laura Gómez con sus tres hijos haciendo volar cometas.
A esta familia le toma 10 minutos elaborar una cometa sencilla y hasta tres hora la más elaborada, y sus precios fluctúan entre USD 1,50 y 5, dependiendo del tamaño y materiales. El año pasado, los Palacios Lozada obtuvieron el primer lugar en un concurso de rescate de los juegos tradicionales “Tiempo de Cometas, Verano 2013”.
Esta pareja participó en varias categorías, pero ganó el primer lugar en la cometa más grande que midió ocho metros. También diseñaron la más pequeña que medía solo cinco centímetros, otra de papel reciclado… Según estos artesanos, la técnica para que una cometa vuele alto está en la medición precisa del compás (las piolas que salen del armazón) y en la cola larga.