Moradores del barrio Buenos Aires ayudan a la Policía Nacional con baldes a apagar las llamas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
La mañana y tarde de ayer, 30 de agosto, se produjeron incendios forestales de gran magnitud en Ascázubi, el cerro Auqui, el Ilaló y la vía Intervalles.
Los cuatro se produjeron simultáneamente, arrancando a las 10:00. A las 18:00, finalmente, los cuerpos de emergencia lograron apagarlos.
El más grave fue el que se presentó en el cerro Auqui, que consumió más de 15 hectáreas de bosque, conviriténdose así en el incendio forestal que más terreno ha afectado en este verano, según aseguró el secretario de Seguridad del Municipio, Juan Zapata.
Además, en este caso hubo casas que resultaron afectadas. Las viviendas del barrio Buenos Aires de Monjas, que se asienta ahí, tienen cerramientos de madera y plástico, que fueron alcanzados por las llamas. Cuatro viviendas estuvieron a punto de incendiarse. Pero hubo una quinta casa que no se salvó del fuego.
Allí vivía la familia Mantilla, conformada por una mujer y sus tres hijos. Ellos están bien, pero perdieron todos sus enseres. Las autoridades analizan el caso para que con los recursos del Fondo de Emergencia del Municipio estas personas puedan ser reubicadas.
Cuando empezó el incendio, los moradores del barrio intentaron aplacar el fuego con ramas mojadas. Sin embargo, las llamas empezaron a cobrar más fuerza y el humo denso afectó a la gente. La Policía Nacional llevó a los moradores hasta partes más altas. En medio de este trajín, una persona de la tercera edad resultó afectada por el humo, pero rápidamente fue trasladada por la Policía a un sitio seguro.
Los animales domésticos también fueron desalojados de las viviendas, donde el fuego se acercaba peligrosamente. A los gatos, perros, gallinas y chanchos, los trasladaron a los lugares más altos de la zona.
La humareda era tan grande que la avenida Simón Bolívar tuvo que ser cerrada desde las 11:00 de ayer, en sus dos sentidos de circulación. Recién a las 16:00 fue habilitado un carril en sentido sur-norte, y dos en sentido norte-sur. A las 18:20 se normalizó toda la circulación.
El contingente movilizado
El incendio en el Auqui fue de tal magnitud que 200 miembros de los cuerpos de emergencia fueron enviados a sofocar las llamas. Acudieron bomberos, militares, policías nacionales y metropolitanos.
Las calles estrechas y de tierra dificultaron el acceso de los tanqueros y las motobombas. El viento fuerte, que reavivaba el fuego, también complicó el operativo.
A las 14:00, incluso, se tuvo que activar el plan de Emergencia de la ciudad, para que estén disponibles el equipo y el dinero que fueran necesarios.
Tres helicópteros, equipados con bambi buckets (helicópteros con una canasta para descargar agua), fueron empleados para apagar los incendios del Auqi y el Ilaló, especialmente. Dos aeronaves eran de las FF.AA. y una de la Policía.
Los aparatos fueron la única manera de combatir el fuego, en el caso del incendio del Ilaló, por la dificultad que existe de acceder por vía terrestre a la montaña. Los helicópteros, en total, hicieron 23 descargas de agua en los lugares.
Desde el cerro del Auqui era posible ver la magnitud de las llamas en el Ilaló, que en la tarde se incrementaban y hasta llegaban a la cumbre del cerro.
El incendio que más tarde se inició fue el de la vía Intervalles. Este comenzó aproximadamente a las 15:00.
El esfuerzo de los cuerpos de emergencia y de los moradores permitió que las 18:00 el fuego estuviera controlado.