Cuatro atractivos de Ecuador que atraen a los turistas de Colombia

Según el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de las Unidades de Control Migratorio, entre el 1 y el 12 de enero del 2015 ingresaron al Ecuador por el puente internacional de Rumichaca 28 586 visitantes colombianos. Foto: EL COMERCIO

Según el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de las Unidades de Control Migratorio, entre el 1 y el 12 de enero del 2015 ingresaron al Ecuador por el puente internacional de Rumichaca 28 586 visitantes colombianos. Foto: EL COMERCIO

Según el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de las Unidades de Control Migratorio, entre el 1 y el 12 de enero del 2015 ingresaron al Ecuador por el puente internacional de Rumichaca 28 586 visitantes colombianos. Foto: EL COMERCIO

La seguridad, los bajos precios de los combustibles y los peajes, las modernas carreteras y los costos favorables en hoteles y restaurantes son cuatro de las razones que motivan a los turistas colombianos a visitar el Ecuador.

Ellos ingresaron el 25 de diciembre del 2014 al territorio ecuatoriano por la frontera del norte del país, en Carchi. Y este lunes de enero del 2015 comenzaron el retorno.

Centenares de vehículos con placas colombianas viajan hacia el territorio colombiano por el puente internacional de Rumichaca, en el norte del Ecuador. Los turistas regresan luego de varios días de descanso en diferentes sectores de la Costa, la Amazonia y la Sierra.

Según el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de las Unidades de Control Migratorio, entre el 1 y el 12 de enero del 2015 ingresaron al Ecuador por el puente internacional de Rumichaca 28 586 visitantes colombianos; en cambio que salieron 24 857. En este grupo se incluyen 500 motociclistas que se dirigieron hacia varias rutas costeras.

Los extranjeros destacan las bondades que oferta el sistema turístico nacional. Para Martha Colmenares, originaria de Manizales, la gasolina y peajes son económicos en Ecuador, algo que permite ampliar los recorridos hacia diversos sectores.

Mientras que Samuel Pulido de Bogotá destaca las modernas y amplias carreteras ecuatorianas. Sin embargo, sugiere que debe existir mayor señalización para la orientación de los extranjeros. Asegura que como él, varios viajeros de su país se extraviaron en la vía Lita– Esmeraldas.

Sin embargo, todos se muestran complacidos por los continuos controles policiales y militares en las carreteras. En el tramo Rumichaca – Tulcán – Lita – Esmeraldas existen ocho puestos de control, entre fijos y móviles.

Los automotores y viajeros pasan por controles de rutina en el viaducto binacional (Rumichaca); en El Barrial, a tres km de Rumichaca; en el Control Sur de Tulcán; en la Parroquia La Paz (Carchi); en Mascarilla, en el límite interprovincial Carchi e Imbabura; en San Gerónimo, y en Lita en Imbabura.

En el destacamento Domingo Yépez de Lita, 10 efectivos militares efectúan la verificación de documentos. En ese sector, también se realizan acciones de control para evitar el tráfico de combustibles, pertrechos militares, armas, drogas, entre otros.

Giovanny Chandi, jefe del fuerte militar, explica que aproximadamente 2 000 automotores colombianos diariamente circulan por este retén desde los primeros días de enero del 2015. “Favorablemente, no se ha registrado ninguna novedad”.

Allí, los visitantes deben descender de los carros con cédula en mano. Luego, acercarse a un puesto, ubicado a un lado de la vía, donde cuatro uniformados ingresan en dos computadoras: nombres, apellidos, nacionalidad, edad, días de visita y brindan varias recomendaciones.

José Martínez, oriundo de Buga (Colombia), dice que los controles resultan incomodos, pero garantizan la seguridad de los paseantes. En cambio que Juan Pablo Hinostroza de Pasto, quien regresa después de recorrer durante 12 días la zona costera, saluda los operativos, que en su país, explica no son tan rigurosos.

Frente a los valores que se cobra en hoteles y restaurantes sostienen que son económicos, pero que deben mejorar, especialmente en la atención, la salubridad y diversidad gastronómica, como señala Álvaro Villacreses de Ipiales.

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