La Cruz Roja busca registrar a 20 000 familias en Manabí y Esmeraldas para brindar ayuda. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Sin horarios. Así es cómo trabaja la mayoría de voluntarios de la Cruz Roja Ecuatoriana, entidad sin fines de lucro que ahora apoya a los damnificados por el terremoto, junto con otros organismos nacionales e internacionales.
Con la emergencia, personal de la Cruz Roja local montó campamentos en puntos estratégicos de Manabí y Esmeraldas. Uno está en Pedernales, una de las zonas más afectadas por el movimiento telúrico. A ese lugar, cuenta Diego Mora, responsable del punto operativo Pedernales-Jama, llegaron la noche de la catástrofe para socorrer a víctimas.
Los primeros días se concentraron en rescatar personas y en brindarles asistencia pre-hospitalaria. Ahora, están concentrados en el levantamiento de información familiar para armar una lista y distribuir kits de víveres y medicinas.
Son prioridad aquellas que perdieron su vivienda y su fuente de ingresos económicos. Hasta ahora, 1 900 familias han sido censadas en Pedernales. Pero el objetivo, según el representante de la Cruz Roja, es registrar a 20 000 familias en Manabí y Esmeraldas para brindar ayuda humanitaria de calidad. De acuerdo con sus estadísticas, 626 personas se han beneficiado, en Pedernales, de la ayuda que proporciona esta organización con kits de limpieza, carpas, kits de alojamiento temporal -herramientas y lonas para armar una carpa-, kits de cocina.
De ese grupo, 350 familias han recibido los kits de alojamiento temporal, mientras que 180 han accedido a las carpas. Esos kits se arman con las donaciones que llegan. Parte de la ayuda económica se invierte en proyectos que promueven el restablecimiento de la vida de las personas afectadas por desastres naturales.
Voluntarios de la Cruz Roja también dictan charlas sobre higiene y tratamiento de agua. “Vital para cuidar la salud de la población”, dice Mora.
Aunque reconoce que se ha detectado a personas con dermatitis, problemas estomacales y respiratorios.
Las campañas se realizan durante el día, al igual que la entrega de kits, por seguridad. Estos últimos llegan a manos de los damnificados tras la presentación de un certificado otorgado por integrantes de la Cruz Roja. Así evitan que la ayuda se duplique y sea ordenada. La entrega de esos kits está a cargo de personal específico y capacitado, asimismo, las tareas de socorro y de difusión de campañas…
Hasta ahora suman 1 300 voluntarios de Cruz Roja que asisten a personas en Pedernales, Jama, Portoviejo. Ese grupo está integrado por médicos, psicólogos, personal de telecomunicaciones, de logística, de asistencia humanitaria y pre hospitalaria.
En Pedernales hay un grupo de entre 60 y 90 voluntarios. Aumenta a 400 si se consideran las rotaciones. Los relevos se realizan cada ocho días.
Esa dinámica de trabajo se mantendrá durante los próximos meses o hasta que los pobladores salgan de la situación de riesgo en la que se encuentran desde el 16 de abril.
En el transcurso de esos días se espera una nueva visita del doctor Juan Cueva Ortega, presidente de Cruz Roja Ecuatoriana. Él, precisamente, visitó a las comunidades afectadas el pasado miércoles. La presencia en las zonas afectadas de Elhadj As Sy, secretario general de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna, en cambio, estuvo prevista para el viernes 6 de mayo, pero se suspendió por “problemas de salud”.
Cueva Ortega contó, vía telefónica, que trabajan para traer al Secretario en las próximas semanas, pues asegura que hay muchos organismos interesados en ayudar en la reconstrucción. También, anunció que hoy se dará a conocer el monto que se ha recaudado a través de la cuenta corriente que se abrió para socorrer a las víctimas. Aclaró que la ayuda, además de la económica, se ha visibilizado en la entrega de víveres, medicinas, colchonetas, mantas. Umco, por ejemplo, donó 900 kits de cocina.