Redacción Negocios
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Durante las últimas semanas, el Gobierno ha profundizado su campaña publicitaria en la inversión social y ha enfatizado que en su gestión se ha realizado la mayor inversión de estos años, comparada con las ejecuciones desde el mandato de Gustavo Noboa.
Así, por ejemplo, en el caso de la inversión en salud asegura que se han invertido USD 1 755 millones, siete veces más que lo ejecutado en el gobierno d e Alfredo Palacio y 67 más de lo destinado en el período enero 1999-diciembre 2000. Durante 2008, el Gobierno destinó 3 891 millones para el área social, mayor a los USD 2 695 millones de 2007.
El Observatorio de la Política Fiscal ha sido muy crítico respecto a las cifras que maneja el Gobierno, no porque puedan estar alteradas sino porque no se aclara que “ha contado con enormes cantidades de recursos. Nos preguntamos qué hubiera pasado si el precio del petróleo no llegaba a niveles de hasta USD 150 y le hubiera tocado manejar a este Gobierno un valor promedio de USD 10 por barril, como sucedió durante la década de los noventa”, afirma Jaime Carrera.
En efecto, los ingresos petroleros durante los tres años de mandato de Rafael Correa han sumado USD 25 000, un valor similar a lo que se contó durante el período 2000-2006. Es decir, que en tres años se recibieron los recursos de los siete años anteriores. Y aún más, durante los años ochenta se percibieron ingresos petroleros por un valor de USD 13 000 millones y en toda la década de los noventa USD 14 000 millones, según cifras que maneja el mismo Observatorio Fiscal.
Un análisis del experto Guillermo Arosemena resalta que “el Gobierno privilegió la inversión social porque tiene los recursos para hacerlo, por el incremento de las recaudaciones tributarias y por el elevado precio del petróleo. Nunca antes en la historia un Gobierno tuvo una cantidad tan grande de recursos”.
Sin embargo, Arosemena hace algunas observaciones: “En el área de la salud, los recursos económicos no son suficientes; en educación preocupa que siga bajo el control de partidos políticos y en vivienda hay que tener presente que no todo el mundo es sujeto de crédito, y existe la posibilidad de que en un futuro no muy lejano, la gente no esté en condiciones de pagar sus hipotecas”.
Francisco Báez, director general de Fundación Ecuador Vive, también afirma que antes que ver la cantidad hay que ver la calidad de la inversión social. “El Gobierno tiene, probablemente, buenas intenciones, pero discrepo de su política social. Aumentar un bono o dar paliativos prolongan la pobreza. Es posible que la gente ahora se sienta más a gusto, pero a futuro seguimos teniendo pobres. Hay que enseñar a pescar”.
Según un reciente estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el incremento en la inversión social entre 2008 y 2009 ha sido del 27,6%. Y, aunque el organismo se sintió satisfecho por el resultado, concluyó que “si bien es cierto que ha aumentado la participación de la educación y salud en el Producto Interno Bruto (PIB), es necesario monitorear la calidad de los programas y su ejecución”.