Las críticas contra el FMI aumentan en EE.UU.

Washington, DPA

El Fondo Monetario Internacional (FMI), convertido una vez más en herramienta clave para hacer frente a la recesión global, es también objeto de duras críticas en EE.UU., donde los congresistas debaten un aumento de la contribución de este país al prestamista internacional.

El presidente Barack Obama, que en la cumbre del G20 en abril prometió un crédito de USD 100 000 millones al FMI, afronta ahora una fuerte resistencia de miembros de ambos partidos en el Congreso, que piden centrar los esfuerzos en rescatar la economía estadounidense, no la global.

John Boehner, líder republicano de la Cámara, ridiculizó el préstamo al FMI como un “rescate global” que Estados Unidos no puede permitirse mientras incurre en un déficit récord para reactivar su propia economía. 

Otro argumento es que, de salir adelante el proyecto, EE.UU. terminaría financiando regímenes hostiles, dando al FMI un dinero cuyo destino  es incontrolable.

La crítica de la tendencia más izquierdista del Congreso se dirige a otro aspecto del FMI: las estrictas condiciones de sus préstamos, lo que, según algunos economistas, en realidad terminó por perjudicar a algunos países pobres a los que ofreció créditos.

La oposición destaca que el FMI tiene aún un largo trecho que recorrer para mejorar su prestigio, después de una serie de fallidos intentos de rescate en economías latinoamericanas.

La polémica coincide con el pronunciado ascenso del FMI como prestamista y supervisor de la economía global. Incluso  naciones   reticentes a la entidad, como China, Rusia, India o Brasil, negocian realizarle contribuciones por primera vez en su historia.

Los defensores del FMI sostienen que es la única institución con suficiente influencia como para prestar a gobiernos en problemas manteniendo al mismo tiempo a raya sus gastos.

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