Los representantes del gremio farmacéutico Iván Prieto, Renato Carló y Mario Rafael Ayala se pronunciaron sobre la supuesta desventaja en el proceso de subasta de medicamentos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
En mesas separadas y con argumentos disímiles. Los representantes de las farmacéuticas nacionales reiteraron su inconformidad con el mecanismo que se está aplicando para la Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos 2015 (SICM), que este lunes recibirá las ofertas económicas por vía electrónica.
El proceso es dirigido por el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) y busca abastecer a la red pública de salud con 425 tipos de fármacos para los próximos dos años. Esto con un presupuesto referencial de al menos USD 500 millones, aunque las autoridades han recalcado que se busca un ahorro de USD 110 millones.
Pero los representantes de algunas farmacéuticas locales insisten en que tienen pocas ventajas frente a sus competidores extranjeros. Ese fue el principal tema de debate durante un foro abierto a la ciudadanía, organizado por la veeduría nacional integrada para esta subasta. El encuentro se desarrolló la mañana de este miércoles 11 de febrero del 2016 en la sede del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, en Guayaquil.
Renato Carló, presidente de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (Alfe), reiteró que no están de acuerdo con el margen de preferencia del 17,5%, planteado por el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro), fijado para los participantes nacionales. Para el gremio, ese porcentaje los pone en desventaja ante industrias de India y China.
“Existe un estudio de la Contraloría, del año 2011, que decía que se debía dar una preferencia del 38% a la industria nacional. Y en ese año la situación económica del país era otra, hoy vivimos una crisis”, dijo Carló. E invitó a los 57 veedores del proceso que exijan el estudio técnico que avale el 17,5% para los nacionales.
Además reprochó que se permita la participación de industrias extranjeras, sin contar con certificados locales de registro sanitario. “Han conformado una comisión especial -integrada por el Ministerio de Salud y la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria-, para darles el registro en 60 día a los ganadores, sin inspeccionar sus fábricas como hacen con nosotros. Para la industria nacional, en promedio, demoran entre 120 y 180 días en darnos los registros”.
Frente a esta postura, el director general de Sercop, Santiago Vásquez, manifestó que la “medicina es un derecho y no un negocio”. Agregó que todas las fichas técnicas del proceso han pasado por varias revisiones; y que el país no adquirirá ningún fármaco que no cuente con registro sanitario y que no cumpla con los estándares de calidad.
“Nadie nos está diciendo qué comprar o no. Todos hemos podido analizar los detalles técnicos de la compra (…). Hay ciertos empresarios que quieren mayores ventajas e incluso la exclusividad entera. Pero la exclusividad de mercado no sirve a todos los ecuatorianos, solo a unos pocos. Eso no lo vamos a permitir”, dijo.
Pero Iván Prieto, miembro de Alfe, insiste en que el mecanismo de subasta no está protegiendo las inversiones de la industria farmacéutica local -USD 95 millones entre 2011 y 2014-, ni a los 15 000 empleos directos e indirectos que generan; tampoco, agregó, está defendiendo la seguridad sanitaria del país.
“Ustedes creen que es lógico que, mientras nosotros pasamos por inspecciones en la plantas, certificados de buenas prácticas de manufactura, registro sanitario, fijación de precios y todos los impuestos que debemos pagar, venga cualquier empresa china o india a instalar una oficina en nuestro país. Ya sabemos que en la India se fabrican buenos y malos helicópteros; lo mismo es con las medicinas”, resaltó Prieto.
Pese los puntos de conflicto, la subasta avanza. Según el cronograma, este lunes será la presentación de las ofertas económicas. Y entre el 16 y el 18 de febrero próximos se harán las pujas electrónicas. La notificación a los oferentes ganadores será el 26 de febrero. Por ahora hay 38 laboratorios nacionales calificados por el Mipro para participar.