Crisis agropecuaria estimula a nuevos grupos políticos

El movimiento Fuerza Rural y Productiva visitó Quinindé, en la provincia de Esmeraldas. Foto: Cortesía

El movimiento Fuerza Rural y Productiva visitó Quinindé, en la provincia de Esmeraldas. Foto: Cortesía

El movimiento Fuerza Rural y Productiva visitó Quinindé, en la provincia de Esmeraldas. Foto: Cortesía

Dicen que conocen la realidad de la población rural y que el lema ‘volver los ojos al campo’ ha quedado “históricamente” como un enunciado sin resultados, en cada uno de los gobiernos que han dirigido los destinos del país.

Bajo esos preceptos, tres agrupaciones políticas, cuya estructura se basa en la ruralidad, han tomado la posta en el camino para ser reconocidos legalmente ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), de cara a los comicios del 2021.

Los movimientos Nacional del Agro y Agropecuario Nacional de Acción y Reactivación Social (Ganar) están a la espera de que el ente les entregue las claves para la recolección de firmas. Mientras que el movimiento Fuerza Rural y Productiva ya está en el proceso de recoger rúbricas para lograr la personería jurídica.

Sus promotores coinciden en que hoy el escenario político ha cambiado. Hay otra correlación de fuerzas respecto de la otrora década correísta. Hablan de la necesidad de alcanzar un grupo numeroso que represente al campo en la conformación de la próxima Asamblea Nacional y no a las agendas partidistas de los grupos nacionales tradicionales.

Uno de los pilares que dicen sostendría un eventual éxito electoral, es el peso político que representa el sector. En las elecciones seccionales pasadas, el electorado rural constituyó un 22% del padrón nacional, con casi tres millones de ciudadanos aptos para sufragar.

Entre la problemática que se enumera está el irrespeto a los precios de sustentación de productos, como banano, arroz o maíz. También los altos costos de producción y de insumos agrícolas, la falta de políticas de fomento productivo, el contrabando, entre otros.

Bolívar Armijos es representante del movimiento Fuerza Rural y Productiva. Él fue presidente del Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (Conagopare) en el periodo anterior. Dice que el haber pasado por ese gremio ayudó a que se concretara la idea de contar con una organización propia para superar “la crisis” que aqueja al sector.

Hace cinco meses, el movimiento Fuerza Rural y Productiva recibió las claves para la recolección de firmas. “Esta iniciativa nació por la exclusión de la toma de decisiones del sector político”.

Él cree que antes ya han existido asambleístas del sector, pero ganaron un escaño dentro de organizaciones nacionales, por lo que “se han hipotecado” a una agenda partidista. Ahora -dijo- tienen como objetivo alcanzar un gran frente de la ruralidad en la Asamblea y no se descarta incluso buscar la Presidencia.

Este grupo ya ha tenido una participación activa en temas políticos. Por ejemplo, el pasado 13 de agosto presentaron ante la Corte Constitucional un proyecto para instaurar una Asamblea Constituyente.

El movimiento Ganar, en cambio, está a la espera de las claves del CNE. Byron Paredes, su director, comentó que tienen presencia en las 24 provincias y agrupa a varios sectores, principalmente del bananero, que tiene su fuerza en El Oro, Los Ríos y Guayas. También apuestan por los mileniales del país.

Uno de los temas que no ha sido resuelto -aseguró- es la reforma a la Ley del Banano, que tras pasar el primer debate “quedó estancado”. Cree que para devolverla la vida a la ruralidad se necesita una gran unidad de su sector.
“En la legislación no se han generado leyes a favor del sector agropecuario, no hay una ley general de sustentación, de fomento, de precios y mercados para el desarrollo del sector”, asegura Paredes.

Danilo Félix, presidente nacional del movimiento Nacional del Agro, recordó que en el 2016 empezaron con un recorrido en el país, en el que se recogió la preocupación del sector ante la falta de acciones. La pobreza y la falta de apoyo al emprendimiento campesino son dos de las grandes necesidades.

De acuerdo con datos del INEC, en el sector rural la pobreza alcanzó un 43,8% en junio pasado; la extrema pobreza un 17,9%. Félix cree que en el Legislativo no se pueden tardar más en leyes vitales para el desarrollo de este sector.

El presidente del legislativo, César Litardo, había presentado una agenda con 17 leyes para los próximos seis meses, y que estaba basada en cuatro ejes fundamentales: desarrollo, empleo y productividad; inclusión y derechos; seguridad ciudadana; y reforma institucional.

Entre las leyes a las que se refiere Litardo están: el proyecto de Ley para la Implementación y Desarrollo de la Agricultura de Precisión en el Sector Agropecuario; el proyecto de Ley para el Fortalecimiento y Desarrollo de la Producción, Comercialización e Industrialización de la Palma Aceitera y sus Derivados; y el proyecto de Ley Orgánica para el Desarrollo de la Acuicultura y Pesca.

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