Comprar un vehículo usado con la certeza de que su origen es legal, ese es el servicio que ofrece del departamento de Criminalística de la Policía.
Desde agosto pasado, la entidad implementó un plan para reducir la comercialización de autos robados, clonados o que hayan sido falsificados sus números de motor, chasis y paquetes seriales.
El servicio consiste en que los dueños de autos, motos, camiones, buses, etc. o los compradores se acerquen hasta sus instalaciones y soliciten un certificado de autenticidad. Para esto es necesario llevar el vehículo y la matrícula. No se necesita un turno, pues solo se debe presentar la cédula y llenar un formulario.
En Quito, la oficina que realiza de lunes a viernes este servicio está ubicada en el edificio de Ciminalística, en la avenida Mariana de Jesús y Mariscal Sucre, frente al hospital de la Policía. Los fines de semana, peritos especializados en identificación vehicular hacen estos estudios en las ferias de autos.
Diego Cueva, jede de la sección de Revenidos Químicos y Remarcaciones vehiculares, explica que actualmente hay muchas formas que emplean los delincuentes para vender un auto robado. Por ejemplo, pulen los números de motor o chasis, o colocan otras placas encima pertenecientes a autos siniestrados o de otras provincias.
“Lo que la gente se fija al momento de comprar es en que esté bonita la pintura, el motor en buen estado, pero igual de importante es conocer si el auto es original o fue adulterado”, comenta.
Desde el primer mes de implementación del servicio, en la oficina de Criminalística se han realizado 44 estudios y en las ferias de autos de la capital 113.