La oftalmóloga Magaly Iñaguazo atiende al paciente Luis Antonio Sánchez. Ella realiza un análisis en el biomicroscopio en el hospital Efrén Jurado López, del IESS en el sur de Guayaquil. Foto: Elena Paucar / EL COMERCIO
Las alertas se encendieron en Centroamérica a mediados de 2017. Países como Costa Rica, Panamá y República Dominicana registraron miles de casos de conjuntivitis viral, según los reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los informes mencionan tres agentes: coxackievirus, adenovirus y enterovirus. En el caso de Guayaquil, donde los casos aumentaron en las últimas semanas, los especialistas encuentran el posible origen en la propagación del coxackie.
Franklin Bajaña, coordinador zonal 8 de Vigilancia de la Salud, explica que el germen circula en el ambiente y en el agua, y que su incidencia aumentó luego del feriado de Carnaval. Las lluvias y las altas temperaturas facilitan la proliferación de la enfermedad.
Andrés Cedeño pensó que lograría esquivar el mal que afecta a algunos integrantes de su familia. Pero los síntomas comenzaron ayer. “Nos cuidamos mucho. Procuramos no compartir cosas personales, pero fue imposible escapar”, contó resignado la tarde de este viernes 16 de febrero del 2018, mientras esperaba una cita médica en uno de los hospitales del IESS.
Cuatro grandes hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Guayaquil, sumaron 5 400 diagnósticos de conjuntivitis viral en los últimos tres días. Decenas de personas copan las áreas de emergencia con gafas oscuras para ocultar sus ojos rojos. En su mayoría son trabajadores que buscan permisos laborales de descanso.
Magaly Iñaguazo, coordinadora del área de Oftalmología del hospital del día Efrén Jurado López del IESS, explica que desde el miércoles han reportado entre 600 y 700 casos por día. Los pacientes pasan por un chequeo bajo el biomicroscopio, para determinar si no hay afectaciones en otras partes de los ojos.
El virus ataca a la conjuntiva, un tejido que cubre los párpados y el globo ocular. La inflamación afecta a los vasos sanguíneos; de ahí el tono rojizo.
Luis Antonio Sánchez acudió a este centro médico del Seguro, ubicado en el sur de Guayaquil. “Soy cajero. Estaba trabajando y sentí picazón en los ojos. Me froté con las manos y todo empeoró”, cuenta. Sus ojos lucían hinchados.
Dolor, enrojecimiento, secreción, sensibilidad a la luz, hinchazón de los párpados y hemorragia conjuntival son algunos síntomas. La especialista Iñaguazo explica la enfermedad puede durar hasta 15 días, aunque sus signos se aplacan luego de tres.
Algunos pacientes también llegaron con cuadros gripales y dolor de garganta. La oftalmóloga indica que estos casos están relacionados con adenovirus.
Robin Ríos, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Oftalmología y médico del hospital Luis Vernaza, advierte que la manipulación continua puede generar una conjuntivitis bacteriana, que requiere tratamiento con antibióticos. Y en pocos casos puede evolucionar en una queratoconjuntivitis, cuando la inflamación afecta la córnea.
El especialista aconseja el continuo lavado de manos para evitar el contagio, así como el uso de alcohol y gel antibacterial. Además recomienda no compartir objetos personales, como toallas. Para quienes ya presentan los síntomas es mejor no automedicarse y buscar atención especializada.