Quienes presentaron síntomas similares a una gripe común han tenido mejor recuperación. Hasta ayer, en el país había 355 casos con pronóstico reservado. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
A mediados de julio Gloria, de 67 años, dejó de percibir el olor de la comida, tenía un dolor intenso de cabeza, fiebre alta y congestión nasal. Así permaneció durante una semana, hasta que decidió someterse a la prueba PCR para confirmar o descartar la presencia de covid-19. Los resultados, que estuvieron listos en tres días, confirmaron sus sospechas: dio positivo para la nueva cepa de coronavirus.
Gloria presentó los tres síntomas más comunes de esta enfermedad. Sin embargo, hay pacientes que han desarrollado otro tipo de molestias, como tos seca, dolor muscular, fatiga y, en estadios avanzados, dificultad para respirar y problemas abdominales.
En un estudio realizado y publicado el 17 de julio por el King’s College London, de Inglaterra, se determinó seis niveles de gravedad en aquellas personas que tienen covid-19.
Los tres primeros grupos presentan sintomatología leve, como dolor de cabeza, pérdida de olfato y, en algunos casos, fiebre y diarrea. Ellos no necesitaron de oxígeno ni de ventilación mecánica, por lo que su recuperación fue más rápida. “Solo el 1,5% de las 1 000 personas analizadas en el grupo uno requirió apoyo respiratorio”, según el estudio.
Mientras que quienes tuvieron problemas abdominales, confusión, fatiga extrema y dificultad para respirar desarrollaron una enfermedad más intensa, por lo que fueron hospitalizados o llegaron a la unidad de terapia intensiva. “Más del 8% de las 1 000 evaluadas terminó en el hospital”.
Gloria, por ejemplo, está en el nivel dos, es decir, la enfermedad fue similar a una gripe con fiebre, por lo que le recomendaron cumplir con el aislamiento domiciliario. Además, le enviaron medicinas para disminuir molestias que incluían alta temperatura y dolor de cabeza.
Apolonia, en cambio, no tuvo la misma suerte. A finales de mayo la mujer, de 52 años, sintió algo de decaimiento; como no era intenso siguió con sus actividades normales. Sin embargo, en junio se desataron los síntomas graves. “A mi mamá le faltaba el aire, por lo que tuvimos que llevarla de urgencia a una casa de salud”, relata su hija Karina.
En ese establecimiento, la quiteña permaneció hospitalizada por el lapso de 11 días, en los cuales estuvo conectada a una máquina de oxígeno. “Los médicos no pudieron hacer nada más por ella y falleció”, cuenta la joven de 25 años.
En las personas con malestar leve -explicó el infectólogo Byron Núñez- el virus no logró ingresar totalmente al organismo, por lo que no hubo una afectación a los órganos. Pero si el SARS-CoV-2 ingresa al sistema vascular-pulmonar aparece la neumonía (inflamación del pulmón).
En el país, al igual que en el mundo, el 80% de contagiados diagnosticados tienen pocas molestias o son asintomáticos. El 20% restante presenta neumonía; de este el 25% ingresa a terapia intensiva, con pronóstico reservado, y de este último la mitad fallece”, apunta Núñez.
En Ecuador, con 89 387 casos confirmados hasta ayer 13 de agosto del 2020, se reportaron 922 hospitalizados estables y 355 internados con pronóstico reservado, es decir, estas personas tuvieron síntomas de moderados a graves, por lo que fueron llevados a una casa de salud.
Allí, los médicos utilizan varios recursos, que incluyen tratamiento farmacológico y monitoreo constante de distintos indicadores del estado general de salud, para salvar la vida del infectado.
El intensivista y cardiólogo Estuardo Salgado labora en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Internacional. En esta área han tratado pacientes con neumonía fuerte; ellos reciben ventilación mecánica y oxígeno para mejorar su salud. Cuando la enfermedad es avanzada les administran fármacos para estabilizarlos.
Una de las fórmulas recomendadas es el remdesivir, que ayuda a disminuir el tiempo de estancia de las personas en UCI. “Es un antiviral que inhibe el funcionamiento del virus o la multiplicación del mismo”, dice Salgado, quien también se desempeña como coordinador médico de la mesa técnica 2 del COE Nacional.
En el Consenso Multidisciplinario Informado en la Evidencia sobre el Tratamiento de covid-19, actualizado el 7 de agosto, se aconseja su uso en personas graves. La dosis recomendada es de 100 miligramos, por cinco a 10 días.