Dificultad respiratoria es señal de necesidad de hospitalización por covid

El seguimiento a la función pulmonar resulta vital para que un paciente no requiera cuidados intensivos. Foto: Cortesía Hospital IESS San Francisco

El seguimiento a la función pulmonar resulta vital para que un paciente no requiera cuidados intensivos. Foto: Cortesía Hospital IESS San Francisco

El seguimiento a la función pulmonar resulta vital para que un paciente no requiera cuidados intensivos. Foto: Cortesía Hospital IESS San Francisco

Como una gripe común empezó el malestar de Jaime (nombre protegido). El hombre de 58 años fue diagnosticado con covid-19 el 27 de junio, cuando acudió al Hospital del IESS Quito Sur, de la capital. Tras la evaluación, los médicos determinaron que requería oxígeno, cuenta su hija, Ximena D.

Luego de unos 15 días fue dado de alta y permaneció en su casa, pero hace una semana tuvo fiebre y volvió al hospital, en donde permanece hasta ahora en condición estable; es parte de uno de los 920 pacientes en esta condición, según el último reporte del Ministerio de Salud. “Ya le quitaron el oxígeno y en cinco días le dan el alta”.

En cambio, la hermana de Henry (nombre protegido), que es enfermera, decidió cuidar al hombre de 45 años -quien padece diabetes- cuando fue diagnosticado con la nueva cepa del coronavirus. Tras una revisión en un centro de salud de Guamaní, le pidieron aislarse 15 días en su hogar y monitorearon su estado de salud vía telefónica; luego de ese tiempo, lo sometieron a un segundo hisopado y el resultado fue negativo.

Hasta el 1 de agosto, los datos nacionales reflejaban que la mayoría de casos de covid-19 se encontraba estable en aislamiento domiciliario. El 2 de este mes se quitó ese indicador de la infografía nacional y se colocó la cifra de 59 344 personas recuperadas. El último dato, de ayer 12 de agosto del 2020, refleja que ese número llegó a 66 099.

Entre el martes 11 y ayer 12 de agosto, el número de casos confirmados de todo el país pasó de 86 607 a 88 154, es decir, 1 547 casos adicionales. El Ministerio de Salud informó que el aumento de casos se debe a que se incrementó el número de pruebas moleculares aplicadas a la población de Pichincha, en un trabajo conjunto entre el MSP, el IESS, el Municipio de Quito, prestadores privados de salud, laboratorios autorizados y líderes comunitarios.

La saturación de oxígeno por debajo de 90 define si un paciente debe hospitalizarse, señala Carina Coronel, neumóloga en el Hospital del IESS Quito Sur. “Las neumonías pueden tratarse en casa con una adecuada oxigenación, excepto cuando el paciente tiene alguna condición
de riesgo, como una enferme­dad preexistente”.

“Una de las formas de determinar la necesidad de oxígeno es cuando la respiración se acelera”, explica Belén Noboa, neumóloga del Hospital Pablo Arturo Suárez. Lo normal es 20 respiraciones por minuto, mientras que los pacientes con criterios de hospitalización llegan a frecuencias de 25, por lo que usan más músculos de los habituales para respirar, explicó. “En la respiración normal no se nota el movimiento del tórax, abdomen o pectorales”. 

Una de las complicaciones frecuentes de los pacientes contagiados es el riesgo de sobreinfección producida por bacterias hospitalarias, agrega Coronel. Por ello es importante que una hospitalización no sea tan larga, para evitar que alguien con bajas defensas se sobreinfecte.

Varios niveles de oxígeno

El tratamiento intrahospitalario tiene la función de proporcionar oxígeno y monitorizar que el paciente estable no se transforme en crítico, dice Hugo Miranda, internista del Hospital del Seguro Social Carlos Andrade Marín.
“Un 15 a 20% de las personas infectadas tienen síntomas moderados y requieren ese tipo de atención”, dijo el médico. Una vez hospitalizados, los pacientes tienen dos vías: continuar estables y regresar a su casa en cinco a siete días o que en dos o tres necesiten ir a una unidad de cuidados intensivos (UCI).Lo primero ocurre hasta en el 90% de los casos; mientras que el 10% restante empeora. El paso a UCI -señala el internista- se determina tras observar el estado de inflamación y el porcentaje de daño pulmonar en las tomografías.

La enfermedad por covid-19 es evolutiva, sostiene Noboa. “Que la condición de hoy sea estable no necesariamente significa que estará así los días siguientes”.Por ello -enfatiza- la vigilancia día a día es fundamental en los pacientes con criterio de hospitalización.

En una sala, el estado de los pacientes diagnosticados con SARS-CoV-2 puede ser variable.Algunos requieren aportes básicos de oxígeno, a través de una cánula nasal que brinda hasta 4 litros. A quienes requieren más, se les coloca una máscara simple, que permite aumentar de 8 a 10 litros. Y para personas un poco más graves se avanza a mascarillas con reservorios, que llegan hasta 15 litros, con una concentración de oxígeno del 90%.

Otras señales de que un caso no puede ser manejado en casa son las diarreas que no ceden, con riesgo de deshidratación, o las fiebres que persisten pese al tratamiento con para­cetamol. Sin embargo, también hay pacientes que, pese a no presentar un mal estado, evidencian un compromiso inflamatorio importante, con alto riesgo de complicación, en exámenes de laboratorio o radiografías.

Liliana (nombre protegido) acudió a una clínica privada de Quito, tras varias semanas de permanecer con tos. La mujer de 46 años estuvo 12 días hospitalizada sin oxígeno.Casi un mes después recayó -cuenta- y volvió a la clínica hasta que su respiración se estabilizó.

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