En Quito, en el sector de San Blas, se realizan pruebas PCR para la detección del covid-19 en los moradores de la zona. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Durante la pandemia de covid-19 se han registrado casos de pacientes, cuyos resultados fueron positivos para la nueva cepa de coronavirus. Sin embargo, no desarrollaron anticuerpos, que son los encargados de proteger al organismo de nuevas infecciones.
EL COMERCIO conversó este miércoles 30 de septiembre del 2020 con el infectólogo y catedrático universitario, Byron Núñez, y con el emergenciólogo José Guanotasig. Ambos dieron detalles sobre aquellos pacientes que han vivido esta situación.
¿Es posible que haya personas que estuvieron infectadas y no desarrollen anticuerpos?
Núñez señaló que cuando el virus del SARS-CoV-2 se adhiere a la mucosa respiratoria empieza con un proceso de ingreso al organismo. Si no lo hace, la enfermedad se presenta de forma leve y, en algunos casos, no hay síntomas relacionados, como tos, fiebre o malestar corporal. “El microorganismo no entra en la sangre, por lo que no se desarrollan anticuerpos”. Si entra provoca malestar moderado y grave; algunos pacientes fallecen.
¿Este tipo de casos son comunes?
El médico Guanotasig expresa que es una condición rara y poco habitual. “Se han intentado buscar explicaciones. La más comentada es que algunas personas tuvieron una enfermedad leve; dieron positivo, pero su carga viral ha sido baja, por lo que no se han formado anticuerpos de forma amplia”.
Adicionalmente, se habla de una disminución de anticuerpos, pasado los seis meses. Es decir, con el paso del tiempo la inmunidad baja, por lo que hay la posibilidad de reinfectarse nuevamente. “Lo habitual es que los formen y haya una defensa humoral o celular que se encargará de prevenir de nuevos contagios”.
¿Existe la posibilidad de que resultados de sus exámenes tuvieran algún error (falsos positivos)?
El catedrático e infectólogo Núñez indica que sí ha ocurrido, pese a que los ciudadanos han ido a laboratorios reconocidos. Sin embargo, él insiste que el virus pudo quedarse únicamente en la mucosa respiratoria, por lo que no fue detectado o simplemente no hizo su recorrido por la sangre. “El SARS-CoV-2 proliferó de forma local y se estancó. No provocó inconvenientes, pero tampoco generó lo necesario para proteger el organismo”.