Minard Hall llegó a Ecuador casi por casualidad y lo primero que le llamo la atención fue el volcán Cotopaxi.
Puso sus pies en Quito en 1972, huyendo de uno de los peores sustos de su vida. Había sido asaltado con una pistola en Bogotá (Colombia); todos los días escuchaba historias parecidas que sufrían sus compañeros de la universidad donde trabaja como docente. “Todos los días preguntaban quién había sido asaltado la noche anterior”.
Fue así como se conocieron con Hugo Yepes, con quien fundó el Instituto Geofísico, comenzó a estudiar al volcán, que se reactivó el mayo del 2015 y su actividad se ha ido incrementando desde el 14 de agosto.
En 1977 elaboró el primer mapa de peligro del coloso y lo volvió a hacer en 1988 cuando el Instituto Geofísico consiguió en 1987 los instrumentos de monitoreo, luego de que la Unesco le aprobara su proyecto.
Les dieron 10 sismógrafos que se instalaron los volcanes ubicados en el valle Interandino, para hacer dos tareas: monitorear los volcanes y también detectar las fallas tectónicas.
A partir de entonces, Hall y sus estudiantes elaboraron los mapas de peligro de nueve volcanes, incluido el Cotopaxi. De este y del volcán Tungurahua se han desarrollado tres ediciones de mapas actualizados. Así supieron que el Tungurahua había despertado en 1998 con sus primeras manifestaciones.
Por los riesgos del Cotopaxi, Hall, los demás investigadores y su esposa Patricia Mothes, quien actualmente es la jefa de Vulcanología del Instituto Geofísico, empezaron a trabajar en la difusión de los peligros de una posible erupción.
Mothes recuerda en 1988 se trabajó con la Defensa Civil (actual Secretaría de Riesgos) en el reconocimiento geográfico del volcán, con la ayuda del segundo mapa actualizado, para saber qué zonas iban a ser afectadas por los lahares. “Hubo coroneles que salieron a recorridos desde la base del volcán hasta Esmeraldas, Puerto Napo, Mera y otros sitios.
Hall dice que se hicieron simulacros de evacuaciones en Latacunga. En los años 80 hicieron la evacuación de 5 000 alumnos hacia el sitio El Calvario, una loma que está fuera de la zona de peligro. A la zona se llegaba de 10 a 15 minutos caminando.
También se hizo un ejercicio parecido en el valle de Los Chillos, en Quito. Un año después se hizo una encuesta sobre lo que debían hacer en caso de una erupción o lahares.
Mothes cuenta que actualmente, ya con las tres versiones del mapa del Cotopaxi, algunos funcionarios preguntan sobre cuáles son las zonas de peligro del Cotopaxi. “Les he dicho que vayan a caminar, a conocer el territorio del volcán para que puedan tener una idea de lo que pasa con el Cotopaxi. Hay un desconocimiento fatal de la gente que no ha ido a explorar la geografía del volcán”.
Minard Hall se desvinculó de la Escuela Politénica Nacional cuando cumplió 70 años. “Soy jubilado gracias al Presidente. Todos los profesores de edad recibimos una carta del Rector que teníamos que jubilarnos”.
Sus materias, que dictaba en el programa de maestrías, fueron asumidas por su alumno y colega, Hugo Yepes. Hall tiene ahora 74 años.