Albergues se preparan en Latacunga para recibir a los posibles evacuados

En la Escuela Germánico Ribadeneira, las camas ya están armadas para los evacuados. Fotos: Julio Estrella / El Comercio

En la Escuela Germánico Ribadeneira, las camas ya están armadas para los evacuados. Fotos: Julio Estrella / El Comercio

En la Escuela Germánico Ribadeneira, las camas ya están armadas para los evacuados. Fotos: Julio Estrella / El Comercio

Las camas están armadas y tienen un colchón emplasticado encima, con una almohada y una cobija. La Escuela Coronel Germánico Ribadeneira, en la comunidad de El Boliche, en Pastocalle, servirá como albergue si llegara a erupcionar el Cotopaxi. Es el punto de ayuda humanitaria más cercano a Mulaló, una de las parroquias que resultaría más afectada por la llegada de lahares (flujos de rocas y lodo).

Sin embargo, los colchones, cobijas y almohadas son lo único que hay en ese albergue.El Ministerio Coordinador de Seguridad y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos validaron esa escuela como uno de los 96 albergues en sitios seguros para las parroquias de Latacunga. Este Diario recorrió cinco de estos lugares, pero ninguno aún está en condiciones de recibir a la gente.

El de esta escuela, según conocen los pobladores de El Boliche, es el que más avance tiene. Se han instalado los kits de dormir para 200 personas, pero faltan los otros seis tipos de kits que son necesarios para que la gente pueda sobrevivir allí en caso de una emergencia.

Por ejemplo, no hay los implementos de aseo, toallas, medicinas, botiquines de primeros auxilios, extintores, vajillas, ollas… La escuela tiene 13 baños, que están limpios y funcionando, pero que de momento no cuentan con papel higiénico ni jabón. Las aulas están etiquetadas con su capacidad, pero sus puertas están cerradas con candado.

La mayor preocupación para los habitantes de la zona es la provisión de agua. Margarita Iza, una madre de familia del lugar, explica que el agua de uso doméstico viene desde el Rumiñahui, pero no saben si esa provisión se cortará o contaminará si el Cotopaxi erupciona. La semana pasada ya hubo una ruptura en el canal y por eso cree que puede haber problemas en el futuro.

El alcalde de Latacunga, Fernando Suárez, conoce el estado de los albergues y por eso expresó su preocupación el martes (25 de agosto) ante el presidente Rafael Correa, quien recorrió algunas comunidades afectadas por el proceso eruptivo del Cotopaxi.

El Alcalde dijo estar “desesperado” porque había que buscar refugios para 45 000 personas. Y aseguró haber enviado delegados para que revisen las condiciones de los 96 centros de acogida.

Según Betty Tola, titular del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), hay 21 refugios con los kits completos (no especificó cuáles) y aseguró que se está coordinando para adecuar a los demás. “Estamos trabajando con la comunidad para garantizar que el aprovisionamiento esté cerca del albergue, pues el momento del evento no va a haber capacidad de llevar los alimentos. Para la provisión del agua, coordinamos con la Secretaría del Agua”, dijo Tola.

En Tanicuchí, la situación es similar a la de Pastocalle. La unidad educativa Marco Aurelio Subía está validada como un albergue para 220 familias, es decir unas 800 personas.

También se han entregado los kits de dormir, pero faltan las otras provisiones para que pueda acoger a los perjudicados. Las camas no están armadas y los colchones, almohadas y cobijas están apilados en un aula grande. Los pupitres ocupan la mayoría de salones.

Tres empleadas del MIES trabajan allí. Señalan que los kits llegaron el jueves pasado y que se armarán las camas cuando la alerta cambie a naranja. La enfermería de ese establecimiento servirá de dispensario médico del albergue, sin embargo aún no se han instalado equipos ni medicinas.

EL COMERCIO además recorrió la unidad educativa Pastocalle, la Escuela Babahoyo y la Junta de Agua de Zumbalica. En el mapa interactivo de la Secretaría de Gestión de Riesgos, estos tres lugares están identificados como albergues, aunque en ninguno se encuentra provisiones ni colchones.

El año lectivo comenzará este martes y muchos de esos albergues son planteles educativos. El Ministerio de Educación prepara los planes de contingencia para que, si se activa la alerta naranja, se reubique a los alumnos en otras instituciones del mismo sector.

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