El presidente Rafael Correa volvió a insistir en que el proyecto Yasuní-ITT es su propuesta.
Pero la iniciativa de dejar el crudo bajo tierra se remonta a 2002. En ese entonces se lanzó la propuesta inicial de una moratoria a la ampliación de la frontera petrolera en la Amazonia, en especial en el Parque Nacional Yasuní. Acción Ecológica, entre otras, fue una de las gestoras.
Alberto Acosta al asumir el Ministerio de Minas y Petróleos, en los inicios del actual Gobierno, fue quien aterrizó el proyecto a nivel político. A partir de eso el Régimen lo asumió como su proyecto ambiental emblemático.
El Primer Mandatario reiteró que, entre otras, no está de acuerdo con que en el fideicomiso se fije la protección de 100 000 km² de bosques, ya que eso significará no explotar petróleo ni minas en ese espacio. Roque Sevilla aclaró que eso fue refrendado por la ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga, cuando firmó la carta de presentación del documento financiado por la GTZ y la ONU.
Ayer, Correa volvió a atacar a sus otrora compañeros de lucha: “Fander Falconí y Alberto Acosta. “Los donantes seguramente ni se han enterado, no estábamos negociando con los donantes, sino con esta argolla del ecologismo infantil, que nuevamente se nos metió por las tranqueras y utilizó a Fander Falconí, que no respondía al Presidente sino al ecologismo infantil y su argolla con Alberto Acosta. Hemos recibido una gran puñalada por la espalda”.