Un grupo de médicos del Hospital Pablo Arturo Suárez levanta carteles pidiendo a la gente que se quede en casas. Foto: cortesía Ministerio de Salud.
En un mes, Ecuador pasó de contar pocos casos importados de covid-19 a la fase de transmisión comunitaria. Guayas y Pichincha, las dos provincias con mayor población, son las más afectadas. Y ahora se busca detener los contagios, haciendo que la gente permanezca en su hogar.
El primer caso registrado fue “importado”. Así se anunció el 29 de febrero. La víctima era una mujer de 71 años, que llegó de vacaciones, el 14 de febrero, desde Torrejón, España.
Al inicio no se dimensionó lo que podría ocurrir. Autoridades prohibieron espectáculos masivos en Babahoyo y Guayaquil, pero dejaron que se jugara un partido, el 4 de marzo, entre Barcelona e Independiente. El Gobernador del Guayas lo anunció en Twitter: “El virus más peligroso es el miedo”.
El 11 de marzo se decretó emergencia sanitaria nacional. Un día después, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, suspendió la jornada laboral de sus servidores y las clases. Enseguida, autoridades del Gobierno central ratificaron la necesidad de medidas de ‘distanciamiento’.
Más de un tercio de la población del mundo está confinada, para frenar el avance del virus. En Ecuador, las restricciones se han endurecido a medida que ha crecido la curva de casos. Así, el 17 de marzo, se pasó de 58 a 111 diagnósticos. En las últimas dos semanas, el Gobierno prohibió la llegada de vuelos internacionales.
Y se dio paso a un toque de queda, que se aplica desde las 14:00. Se pidió en lo posible estimular el teletrabajo hasta el 31 de marzo. Desde el sábado 28 de marzo del 2020 funciona un nuevo esquema de circulación de vehículos para reducir aún más la salida de personas. Pese a eso Ecuador, con 17 millones de habitantes, es el tercer país de la región con más casos. Antes van Brasil y Chile, con 210 millones y 19 millones de pobladores.
La pandemia, que tuvo como epicentro Wuhan, en China, develó carencias del sistema de salud público. Gremios médicos denuncian falta de equipos de protección. Y ciudadanos con síntomas dicen no ser atendidos. El nuevo Ministro afirmó a este Diario que las pruebas rápidas llegarán el lunes 30 de marzo; no detalló cuántas.
En la web de Salud se lee que los procesos de emergencia están financiados y certificados por entes internacionales. Los listados para compra de insumos, dispositivos y equipo alcanzan los USD 64,7 millones.
Rodrigo Henríquez, docente de la Universidad de las Américas (UDLA)
‘Pruebas rápidas son necesarias’
Actualmente en el país hay limitaciones para diagnosticar el virus y se reporta un subregistro de casos y defunciones. Es necesario adquirir pruebas rápidas, sobre todo para lugares como Guayas y Pichincha. Además, se debe buscar opciones para mantener a las personas en sus domicilios, en especial, aquellas que realizan trabajos en las calles. El reto es ver cómo evoluciona esta enfermedad y cuánto aguanta la economía. De eso dependerá el mantener el aislamiento o luego permitir una salida gradual de personas. Pero es necesario reforzar el sistema de salud pública.
Fernando Sacoto, salubrista y presidente de la Sociedad de Salud Pública
‘Aislamiento, una medida efectiva’
A un mes del inicio de la epidemia, lo más sobresaliente es el aislamiento social dispuesto por el Gobierno. Wang Zhou, directivo sanitario de la ciudad china de Wuhan, opina que hasta ahora no ha visto medida más efectiva que el confinamiento. En este mes se produjo el relevo de una Ministra poco preparada que, según lo que se observa, no planificó adecuadamente una respuesta de salud pública tanto en aspectos epidemiológicos como de organización de los servicios, incluyendo la dotación, en cantidad y calidad, de equipos de protección para el personal de salud.
Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (FME)
‘Médicos con más protección’
Lamentablemente todos los análisis que hicimos los galenos se han cumplido. Nosotros alertamos que se debieron tomar las medidas necesarias para controlar el avance del virus. No se lo hizo. Ahora tenemos un incremento importante en el número de personas contagiadas. El personal de salud debe contar con todo lo necesario para estar protegido, es decir, disponer de un equipo de protección completo. Es responsabilidad de los gremios hacer propuestas. Por ejemplo, se está trabajando en telemedicina y en apoyar a los médicos rurales que son parte de esta crisis sanitaria.
Karla Morales, integrante de una fundación que dona productos en hospitales
‘Se activó una cadena solidaria’
La articulación para la entrega de donaciones de alimentos se logró gracias al esfuerzo de todos: ciudadanía, empresa privada y otros. Se activó una cadena de solidaridad y un trabajo en equipo coordinado. La sociedad civil es más ágil para que las donaciones lleguen a sus destinos; no existen procesos burocráticos. Además, se cuenta con una credibilidad amplia, es decir, las empresas saben que los productos llegarán a los hospitales y demás lugares. Ahora están planificadas varias acciones para fortalecer la donación de kits de alimentos. Se mantienen las reuniones.