Pese a que Corea del Sur es uno de los países con mayor número de casos de contagio de covid-19 confirmados, ha logrado que el nivel de mortandad sea bajo. Foto: AFP
Mientras en China el número de pacientes con Covid-19 está bajando y Europa se ha convertido en el epicentro de la pandemia por el aumento exponencial de casos cabe comparar cómo ha sido el manejo sanitario en el país asiático, Corea del Sur e Italia, países que registran el mayor número de casos confirmados.
China optó por una estrategia similar a la de una gran muralla para cercar a ciudades enteras con el fin de prevenir la transmisión de casos sintomáticos y no sintomáticos. Esto proporcionó tiempo para aumentar la capacidad de atención y tratar los casos más graves que demandan mayor cuidado.
De forma paralela redujo a dos días el período desde la primera aparición de síntomas hasta el aislamiento de un individuo; los chinos mostraron ser buenos en rastrear a las personas contactadas por los infectados y aplicarles pruebas. Estimaciones basadas en modelos matemáticos sugieren que cerca del 70% de los contactos tienen que ser rastreados con éxito para controlar la propagación temprana. Cuanto más se baja la transmisión más larga y plana es la curva epidémica, aunque esta labor de rastreo oportuno resulta desafiante pues, en promedio, se levanta información de 36 contactos por caso.
Si en Ecuador hay 37 casos confirmados hasta las 09:00 del 15 de marzo del 2020 y, si se toma este número como referencia, se debería haber contactado a 1 332 personas en estos 15 días, tras la notificación del primer caso.
Por otra parte están en cerco epidemiológico 273 personas y hay dos mujeres fallecidas.
Corea del Sur es el cuarto país con más infectados, pero presume la tasa de letalidad más baja, por lo que se ha convertido en referencia para otros países afectados. Hasta ayer, 14 de marzo del 2020, el porcentaje de muertos de los casos confirmados fue de 0,9%, según la Universidad John Hopkins. China tiene 3,9%; Irán, 4,8% e Italia, 6,8%.
Los surcoreanos y estadounidenses anunciaron el mismo día, 20 de enero del 2020, el primer caso de coronavirus en sus países. Desde entonces Corea del Sur ha afrontado 8 086 pacientes confirmados y registra 72 muertos; EE.UU. tiene 2 572 casos y 51 fallecidos (datos hasta las 16:00 de ayer, 14 de marzo del 2020)
Corea del Sur combinó transparencia y tecnología
¿Qué hace Corea del Sur para tener esas cifras? Kim Gang-lip, coordinador de la Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastre, explicó a la prensa extranjera el pasado 9 de marzo que su estrategia combinó dos cosas: la participación de la gente con apertura y transparencia y respetar el pensamiento creativo para dar respuestas efectivas con tecnología de punta.
Los surcoreanos creen que el público tiene derecho a ser informado sobre todos los desarrollos y respuestas en el control de patologías. De ahí que se realizan sesiones informativas gubernamentales dos veces al día. La información se comparte con la población, a través del sitio web interactivo https://coronamap.site/.
Las autoridades rastrean los movimientos de las personas infectadas por la ubicación del teléfono móvil, el uso de la tarjeta de crédito y la extracción de datos de imágenes CCTV. Publican listas detalladas del paradero, hasta qué asiento usaron en una sala de cine y por medio de aplicaciones y, aprovechando el GPS, permiten a las personas evitar las áreas que las personas infectadas han frecuentado.
Quienes están con síntomas leves en cuarentena domiciliaria cuentan con aplicaciones que permiten un autodiagnóstico y se conectan con el personal de monitoreo. Los viajeros de áreas de alto riesgo se descargan una aplicación a la entrada al país y reportan su estado de salud durante 14 días.
Para diagnosticar tempranamente pusieron a todo su sistema de salud a disposición, principalmente en la ciudad más afectada del norte del país: Daegu. Esto le ha permitido evaluar a más de 200 000 personas y a diario de diagnosticar hasta 20 000 personas, sin necesidad de que la persona salga de su propio auto.
La compañía Seegene, con sede en Seúl, desarrolló un kit de diagnóstico del coronavirus, que bajó de 24 a 6 horas el tiempo de emisión de resultados. Su gerente de relaciones con inversores, Park Yo-han, le dijo a Bloomberg: “Fue una inversión aventurera (…), ya que estábamos seguros de cuán contagioso sería el virus en ese momento”. Pero, “Pensamos que necesitábamos contribuir a la sociedad”.
Otras dos nuevas empresas Ahram Biosystems y Doknip Biopharm se unieron para producir un dispositivo de escaneo portátil que detecta la infección por covid-19 en 30 minutos. Las pruebas son asequibles. Kwon Jun-wook, subdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC), explicó que el kit cuesta unos USD 130, la mitad está cubierto por un seguro y la otra mitad por la persona. Pero para los que dan positivo es gratis, por lo que no hay razón para que los casos sospechosos oculten sus síntomas.
En EE.UU. los expertos en salud se quejan de la escasez de pruebas, problemas con equipos y los altos costos. Durante más de un mes cada estado debía enviar las muestras de posibles infectados por correo postal a Atlanta. Actualmente unos 79 laboratorios estatales pueden hacer las pruebas, lo cual resulta insuficientes para un país de 327 millones de habitantes.
En Ecuador, la toma de muestras se extendió a 31 laboratorios; el Instituto Nacional de Investigación (INSPI) ha tomado 206 muestras, de las cuales 28 fueron positivas, hasta el 14 de marzo del 2020.
La capacidad y el costo es un misterio. Las autoridades no detallan información de las 37 personas infectadas. Hay una sueca y un holandés, en este grupo. Dos mujeres fallecieron, una estaba hospitalizada y la otra en aislamiento.
Para que el aislamiento social sea más llevadero, el proveedor coreano de software laboral remoto Rsupport ofrece el uso gratuito de su solución de reunión RemoteMeeting, durante tres meses; la startup Classum entrega gratis su servicio de enseñanza remota a escuelas, institutos y profesionales, que afrontaron el cierre de escuelas y clases canceladas.
La edad de la población italiana juega en contra
Italia muestra un crecimiento constante del contagio y un flujo continuo de pacientes que saturan los hospitales. La revista The Lancet informó que entre el 1 y 11 de marzo, el porcentaje de pacientes reportados diariamente en cuidados intensivos italianos estuvo entre 9% y 11% de los infectados activamente. Italia tiene 5 200 camas en unidades de cuidados intensivos y a partir del 11 de marzo, 1028 están dedicadas a enfermos graves por covid-19.
Si la tendencia creciente de pacientes continúa y llegan a 30 000, las unidades de cuidados intensivos estarán a su capacidad máxima. Un factor que ha afectado a estos países puede ser la edad de su población. A diferencia de Corea del Sur, en donde un gran porcentaje de enfermos son jóvenes, hay una población vulnerable de avanzada edad y con enfermedades colaterales. La edad media de los que murieron en Italia fue de 81 años y más de dos tercios de estas personas tenías diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer o eran exfumadores, reseña The Lancet.
Otro factor que aceleró el contagio fue que el gobierno italiano dejó de evaluar a las personas a fines de enero, a menos que hayan estado en China y después de que prohibió todos los vuelos desde China, internamente las pruebas se relajaron. Tras la escalada de casos positivos, Paola D’Ancona, del Instituto Superior de Salud, dijo en una conferencia de prensa, “no creemos que sea un problema de atención médica sino una circulación del virus que quizás sea más alta de lo que podemos verificar”
El 8 de marzo, el gobierno italiano implementó medidas extraordinarias para limitar la transmisión de la nueva cepa del coronavirus, luego de que 16 días antes muriera una persona . El exprimer ministro italiano, Matteo Renzi, urgió a los países de la Unión Europea a no cometer los mismos errores de Italia. “No pierdan tiempo. Italia perdió el tiempo y eso fue un error. Por favor, Francia, Alemania, Reino Unido, España, tenemos que evitar perder el tiempo“, imploró Renzi en una entrevista a la CNN.