La recuperación de las embarcaciones se realizaron por la empresa pública Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave). Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Con el toque de las trompetas de la banda blanca de la Armada Nacional, así se inició la entrega de las corbetas misilares Manabí y Loja. Luego de cuatro años en un proceso de repotenciación, las embarcaciones volverán al mar territorial.
Las recuperaciones se realizaron por la empresa pública Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave) y la entrega oficial al Ministerio de Defensa se efectuó este jueves 15 de noviembre del 2018 en el muelle de Astinave, donde anclaban las embarcaciones.
Junto con la corbeta Los Ríos, que se entregó el pasado julio, la inversión del proyecto fue de USD 71,5 millones y tendrán una vida útil de 15 años, según indicó el gerente de la institución, Camilo Morán.
“Puede parecer un monto elevado, pero cuando lo contextualizamos con lo que pudo haber costado en el extranjero vemos que nuestro país ahorró más de USD 100 millones”, señaló Morán.
En la ceremonia estuvo presente el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, con el que se hizo la firma de acta de entrega entre la institución y el Ministerio.
Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
En su discurso, Jarrín recordó la incorporación de la corbeta Los Ríos en las maniobras internacionales Unitas 2018 el pasado agosto, luego de diez años de no participar. Y mencionó que nuevamente la bandera patria podrá flamear en las maniobras de Chile en los próximos meses.
“Hemos iniciado un proceso de recuperación de la autoridad marítima para la fuerza naval y estaremos coordinando con el Ministerio de Relaciones Exteriores para presentarle al Presidente la necesidad de que la organización marítima internacional tenga con el Ecuador un representante para defender el comercio y la garantía de navegación y derechos en todos los puertos”, señaló.
Sobre el tema de los 41 miembros de las FF.AA. que han sido procesados en este año por narcotráfico, tráfico de armas, asociación ilícita y robos, Jarrín insistió en que no se puede permitir flexibilidad y que “tiene que haber el rigor de la disciplina militar que caracteriza a las Fuerzas Armadas”.
Por otra parte, el comandante de la Armada Renán Ruiz, indicó que con la recuperación de las corbetas fortalecerá el trabajo de protección marítima. También hizo un pedido a las autoridades para que se continúe el proceso de modernización de otras tres corbetas y de lanchas misileras, así como de la entrega de nuevos equipamientos marítimos.
Antes de ser entregados, las corbetas pasaron las pruebas de velocidad, determinación del diámetro táctico, pruebas de tiro, pruebas del generador de emergencia y prueba del director electro óptico con helicóptero.
Las naves fueron adquiridas en la década de los setenta en Italia. Ingresaron en Astinave en el 2014, según el proyecto el tiempo de recuperación sería por tres años, pero duró un año más de lo planificado. Sin embargo, el presupuesto inicial se mantuvo, indicó el gerente.