Mujeres se plantaron en los exteriores del Centro de Privación de Libertad Zonal 8. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Un grupo de mujeres, la mayoría de ellas convivientes de los privados de libertad de las dos cárceles de Guayaquil, denunció este jueves 26 de junio el trato supuestamente ‘denigrante’ que reciben durante los cateos íntimos.
La revisión íntima todavía se realiza en la Penitenciaría del Litoral y en el nuevo Centro de Rehabilitación Regional Guayas.
Esto, pese a que en este último se habilitaron escáneres de cavidades, que permiten detectar si el visitante lleva objetos no permitidos dentro de su cuerpo.
Unas 15 mujeres se concentraron desde las 10:00 en los exteriores del Centro de Rehabilitación Regional y de la Penitenciaría del Litoral, ubicados entre los kilómetros 17 y 18 de la vía a Daule, en el norte de Guayaquil. Portando carteles, se mantuvieron hasta el mediodía en los exteriores de los recintos penitenciarios.
El reclamo fue apoyado por el Centro de Acción y Promoción de la Mujer (Cepam) y el Observatorio de Derechos Humanos, Colectivos y Minorías. También participaron integrantes del Comité de Familiares contra la Impunidad.
A las 11:30 los promotores del plantón mantuvieron una reunión con los coordinadores de ambos centros penitenciarios. Según el Comité Pemanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), una organización con base en Guayaquil, los supuestos abusos durante los cateos los han denunciando las afectadas desde el 2013.
El organismo no gubernamental exigió que en el ingreso de las visitas, se elimine la práctica de las exploraciones de cavidades corporales, y que se coloquen anuncios visibles que detallen los derechos y obligaciones que contraen las visitas. También, que se priorice el uso de los detectores de objetos por sobre las revisiones físicas.
Según el CDH, los funcionarios de los reclusorios “se comprometieron en responder a la solicitud para que cesen los cateos”.