Vista general de la plaza de la Independencia (Maidán, en ucraniano) en Kiev (Ucrania) este 11 de agosto del 2014. El centro de la capital ucraniana se ha reanudado el tráfico durante la jornada, después de que los ciudadanos ayudaran a despejar las principales avenidas y calles. EFE
Un convoy de ayuda humanitaria ruso de 280 camiones se dirige este martes, 12 de agosto, hacia la frontera con Ucrania, informaron las agencias de prensa rusas, al día siguiente de que Moscú anunciara una ayuda inminente para la población del este ucraniano, escenario de un conflicto.
“El convoy llevará a los habitantes del este de Ucrania alrededor de 2.000 toneladas de material humanitario, recaudado por los habitantes de Moscú y sus alrededores”, dijo un responsable de la administración de la región de Moscú, citado por la agencia Ria Novosti.
Ningún responsable ruso contactado comentó esta información. El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el lunes, 11 de agosto, que su país se “disponía a enviar a Ucrania un convoy humanitario en cooperación con la Cruz Roja”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja tampoco hizo comentario alguno hasta ahora. El convoy, que partió este martes temprano por la mañana del suroeste de Moscú tras haber sido bendecido por un sacerdote ortodoxo, según imágenes de la televisión rusa, se dirige hacia la frontera entre Rusia y Ucrania, según las agencias rusas Ria Novosti y Tass.
Ucrania previno que no aceptará ninguna ayuda humanitaria unilateral rusa en beneficio de las poblaciones del este de Ucrania, víctimas de los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.
Kiev sospecha que Moscú quiere utilizar el pretexto humanitario para ayudar a los insurgentes, sometidos desde hace semanas a una ofensiva ucraniana de envergadura y obligados a atrincherarse en sus dos últimos bastiones de Donetsk y Lugansk.
Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, también advirtió contra toda intervención unilateral rusa “ilegal” en suelo ucraniano. Ucrania y Occidente acusan a Rusia de suministrar armas a los separatistas prorrusos del este del país, algo que Moscú niega.