Convenios en cinco ciudades del Ecuador para reciclar aceites usados

Juan Carlos Castro, supervisor de Desechos Industriales de Etapa, labora en el tratamiento de los aceites en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagu para EL COMERCIO

Juan Carlos Castro, supervisor de Desechos Industriales de Etapa, labora en el tratamiento de los aceites en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagu para EL COMERCIO

Juan Carlos Castro, supervisor de Desechos Industriales de Etapa, labora en el tratamiento de los aceites en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagu para EL COMERCIO

El reciclaje de aceites usados es impulsado por cinco municipios, una prefectura y ocho empresas privadas. Esa gestión pública y privada, a través de convenios, evita que estos residuos contaminen ríos y fuentes de agua.

De acuerdo con datos de la compañía quiteña Arc y Pieper, que se dedica a esta labor, se desechan 54 millones de litros de aceites usados al año en el Ecuador. El 70% (9,45 millones de galones) corresponde a uso doméstico y el resto (4,05 millones) al sector automotor e industrial.

Los cabildos de Cuenca, Ambato, Quito, Ibarra y Orellana, el Gobierno Provincial de Tungurahua y las empresasson gestores ambientales, que reciclan estas sustancias.

Solo la capital azuaya tiene licencia ambiental para el tratamiento. No hay un estudio que determine el volumen total del aceite usado que se recolecta en el país.

La Empresa Municipal Etapa de Cuenca identificó en 1998 que algunas empresas vertían estos líquidos en las alcantarillas y contaminaban más las aguas servidas que llegaban a las lagunas de oxidación (tratamiento) del sector Ucubamba, al norte de la ciudad.

En Ibarra hay sitios donde se recicla el aceite usado de los automotores. Foto: Álvaro Pineda para EL COMERCIO

Otros vendían los aceites a ladrilleras para procesos de incineración, usaban para regarlo en calles polvorientas o se enviaba al Perú para ser embotellado y luego se vendía en Ecuador, señaló Javier Crespo, director de Calidad Ambiental de esta empresa municipal.

En la actualidad, Etapa recolecta 35 000 galones mensuales de 1 300 lavadoras, mecánicas, vulcanizadoras e industrias, y representa el 55% de aceites que se utiliza en Cuenca.

Este proyecto fue pionero en el Ecuador. “Que las empresas privadas se involucren –entregando el producto- demuestra que hay conciencia ambiental”, dijo Crespo.

Dos tanqueros de Etapa con capacidad para 1 300 galones cada uno hacen la recolección diaria. Tras recibir un tratamiento, el producto final es comercializado a la Unión Cementera Nacional (UCEM) en Chimborazo.

Esta industria lo usa como combustible alternativo y para la incineración, explicó Juan Carlos Castro, supervisor de Desechos Industriales de la empresa Etapa.

Según Crespo, un galón de aceite puede contaminar un millón de galones de agua. Esa cantidad de líquido vital sirve para el consumo de 50 personas durante un día.

Los municipios de Ambato e Imbabura también desarrollan proyectos similares. En la capital de Tungurahua empezó en el 2012 con 10 000 galones al mes y, en la actualidad, se unificó el trabajo con la Prefectura, por lo que subieron a 30 000.

Según Carlos Carrillo, de Gestión Ambiental del Municipio, con el trabajo conjunto consiguieron que 300 de las 390 lubricadoras de la provincia entregaran el aceite a Biofactor, un gestor ambiental privado calificado por el Ministerio de Ambiente.

Ibarra recolecta 10 000 galones de aceite usado de automotores por mes. Esa urbe -mediante ordenanza- implementó desde el 2013 el manejo adecuado de líquidos con base mineral o sintética.

Las estaciones de servicio de esa ciudad almacenan temporalmente el aceite en tanques, hasta que sea retirado por la empresa privada Oxivida. Esta firma recolecta 20 000 galones al mes en 12 cantones de Imbabura y Carchi.

Una de las empresas que ocupa esta sustancia es la Unión Andina de Cementos, que emplea como combustible alterno para producir clínker.

El año anterior, esa industria cementera usó 3,5 millones de litros de aceite de origen mineral proveniente de todo el país.

El pasado 4 junio, Oxivida amplió el trabajo con la recolección de aceite quemado de cocina en Otavalo e Ibarra. Para ello, instaló cuatro envases de plásticos de 1 000 litros cada uno en esas ciudades. Ese producto también se envía para el uso de Unacem.

En esta misma línea trabajan Servitec y Arc y Pieper que compran y exportan el aceite vegetal a Colombia y Holanda, respectivamente. La empresa Arc y Pieper tiene 1 600 proveedores en 15 ciudades.

Al mes compra 100 000 galones de aceite en casas, restaurantes, hoteles, y atuneras. Luego es filtrado, almacenado y exportado a Holanda, donde lo transforman en biodiésel. Según lagerenta de Proyectos,Ana Vega, con este negocio mitigan la contaminación.

En todos los casos, las recicladoras entregan a sus clientes un certificado de buenas prácticas ambientales que abaliza su aporte al ambiente.

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