Cinco afluentes del río Esmeraldas pasan por esta zona de la Reserva ecológica; varias especies tienen como hábitat esta área y hay cámaras que registran su presencia. Foto: Cortesía Ministerio de Ambiente
Dos acciones se tomaron desde el Ministerio del Ambiente para proteger una importante zona de la Reserva Cotacachi-Cayapas. Se trata específicamente del bloque 10 de este patrimonio forestal, ubicado en Timbiré, cantón Eloy Alfaro, en el norte de la provincia de Esmeraldas.
La primera medida fue aumentar la vigilancia forestal para impedir invasiones. La segunda, ampliar la zona de amortiguamiento de la Reserva en 25 000 hectáreas más.
La decisión de aumentar tres guardaparques en este bloque -ahora son seis-, se debe a las permanentes amenazas de invasiones a esta área. Además, se instalaron dos puestos de control. En los últimos ocho años se han registrado nueve intentos de invasión.
Organizaciones de campesinos fueron las protagonistas de estos hechos. Lo hicieron con la finalidad de posesión y luego de legalización de terrenos que se encuentran en área protegida.
Las autoridades, en su momento, realizaron desalojos, que incluyó el retiro de las covachas que se habían construido. Estos hechos han generado cuatro acciones administrativas, por parte del Ministerio del Ambiente, contra quienes afectaron el patrimonio forestal. También hay una acción penal, en indagación previa, en la Fiscalía de Quinindé.
Jorge Tacuri, uno de los guardaparques, es el responsable de cuidar la riqueza natural de la Reserva. Tiene a su cargo el monitoreo de la biodiversidad, el control y la vigilancia, así como educación ambiental, en comunidades como Cristóbal Colón, La León, Simón Plata Torres y Unión Ganadera Lojana. En todas estas habitan alrededor de 1 000 personas.
Los guardaparques ingresan al área de su responsabilidad cada ocho días. Una de sus principales tareas es el control de los invasores y de las personas que atenten contra las especies forestales o animales.
Según cuentan colonos de la zona, que prefieren mantener sus nombres en reserva, grupos de entre 30 y 40 personas han llegado para posesionarse de terrenos dentro de la zona establecida para conservación forestal. Lo hicieron para iniciar cultivos agrícolas.
Un informe técnico del Ministerio del Ambiente señala que por las características del terreno, lodoso y húmedo por las permanentes lluvias, este sirve solamente para actividades forestales y no agrícolas.
La otra acción que adoptó el Ministerio del Ambiente fue ampliar en 25 000 hectáreas el área de patrimonio forestal, que está junto a la Reserva Cotacachi-Cayapas, en la de Esmeraldas. Se lo hizo con una resolución ministerial el 30 de agosto. Esta superficie está en la zona de amortiguamiento de la reserva ecológica.
Según el director de Patrimonio Forestal del Ministerio del Ambiente, Fabricio Ortega, con la ampliación de la Reserva forestal aumenta la capacidad de proteger el patrimonio ante las permanentes amenazas de los invasores.
Además, se protegen cinco fuentes hídricas como son los ríos Canandé, El Jordán, Policía, Bravo y Salvador, que nacen en sectores montañosos y alimentan al río Esmeraldas.
Para esta ampliación se elaboró un proyecto de investigación que implicó conocer la biodiversidad de esa zona, donde viven especies como el oso de anteojos, el oso banderón, el jaguar, la guanta, el saíno, el armadillo, entre otras.
El estudio también permitió fortalecer el plan de manejo de biodiversidad del área protegida, que contempla la investigación mediante la utilización de cámaras-trampas (que se activan con la presencia del animal), instaladas para observar las dinámicas de las diferentes especies.
Uno de los defensores del patrimonio forestal es Oswaldo Vaca, presidente de la Asociación Unión Ganadera Nacional. Desde 1983, está organización está ubicada cerca de la zona de reserva . Él ha denunciado varios de los intentos de invasión.
Conjuntamente con los socios de su organización se han convertido en custodios del área, y son quienes se han encargado, en estos últimos 10 años, de buscar ayuda y acciones por parte del Ministerio del Ambiente para mejorar el cuidado del área de reserva.
Vaca asegura que los intentos de invasión de este patrimonio ha ocasionado la deforestación de unas 5 000 hectáreas en los últimos cinco años.
En el 2013 se denunció ante la entonces gobernadora de Esmeraldas, Paola Cabezas, y la Secretaría Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, que presidía Julio César Quiñónez. Esta entidad mantuvo reuniones con las asociaciones de Las Golondrinas, para que se conviertan en cuidadores del territorio.
El director del Ministerio del Ambiente de Esmeraldas, Pablo de la Torre, advirtió que las acciones legales continuarán contra quienes intenten ingresar a la zona de la Reserva, donde se ha empezado un mayor control de las especies forestales y faunísticas.