Edmundo Estévez. Director del centro de biomedicina de la Universidad Central del Ecuador
Redacción Sociedad
¿Por qué en el país existe resistencia de los médicos para recetar el genérico?
Allí hay una confusión entre lo que es genérico y una copia. Eso ha llevado a que tanto médicos como el público pierdan la confianza sobre la calidad y el efecto que debe producir en el organismo el uno o el otro.
¿Qué es el fármaco copia?
Son los medicamentos que no fueron autorizados por el innovador, es decir, por la industria farmacéutica que creó luego de largos años de investigación, pero se venden. Estas copias pueden tener nombre de fantasía.
¿Entonces son ilegales?
Es legal en tanto y cuanto toda sustancia que sirve para manejo de enfermedades debe tener registro del Ministerio de Salud y este tipo de productos lo tiene.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Tiene 25 años de ejercer la docencia universitaria. Se ha dedicado a la investigación en biomedicina. También ha trabajado en patología nutricional.
Su punto de vista. Cree que el Estado debe realizar más controles para determinar que los medicamentos sean de calidad.
¿Entonces falla todo el sistema de salud? ¿No hay control permanente de calidad?
Aparentemente sí existe.
¿Por qué aparentemente?
Lo que pasa es que no se han institucionalizado los procedimientos. Por ejemplo, uno de los retos de años pasados era monitorizar los medicamentos una vez que están circulando, especialmente, los genéricos.
Y ¿qué pasó?
Los genéricos no se han controlado, porque en el país no se ha desarrollado un laboratorio que establezca la bioequivalencia y biodisponibilidad de un producto. Es decir, verificar que en el organismo actúe de la misma manera que un producto de marca. Eso permitiría establecer si un medicamento cumple o no con las normas y especificaciones técnicas para las cuales debe ser prescrito. Si no es así, simplemente debe ser retirado del mercado.
¿Nadie hace controles?
Aquí vienen los problemas para no montar un laboratorio que establezca esa biodisponibilidad y bioequivalencia. Me pregunto si acaso es mejor tener réditos económicos pero jugando con la salud pública. Entonces allí están las respuestas. Y es el momento de poner el cascabel al gato y aquí debe caer quien deba caer.
Pero allí está el Instituto de Higiene Izquieta Pérez. ¿Esta institución no debería vigilar que se cumpla la calidad en las medicinas?
Esta institución no ha podido cumplir con satisfacción, porque tomó tantas tareas que resultó ser un monopolio del propio Ministerio de Salud. No hace ni deja hacer. Después se constituyó una ley que permitía que las universidades participen en esto. De hecho acabamos de ganar un concurso público. El primer proyecto para la creación de un laboratorio de bioequivalencia y biodisponibilidad para medicamentos genéricos fue asignado a la Facultad de Medicina de la U. Central.
¿Qué significa eso?
Significa que en el futuro, de manera coordinada con el Ministerio de Salud, podremos monitorizar y evaluar un medicamento. Con esto sí se podrá decir si un fármaco cumple o no con las especificaciones técnicas.
¿Cuánto cuesta este proyecto y quién lo financia?
El dueño de los fondos es el Estado, a través de la Senacyt (Secretaría de Ciencia y Tecnología) que asignó USD 1,2 millones.
¿Cómo se invertirán esos recursos económicos?
El laboratorio tendrá equipos muy caros, se necesita personal especializado. El proyecto debe terminar de implementarse hasta finales de 2010 y se realizarán los primeros ensayos.
En 2011 se quiere tener montado todo el sistema de monitoreo. Tendrá que ser un acuerdo del propio Ministerio de Salud para que la Universidad Central haga esos trámites.
Entonces, ¿en qué queda la función del Izquieta Pérez?
Ellos se dedicaban por mucho tiempo a producir biológicos, luego al registro de medicamentos, pero siempre fueron celosos de que las universidades asumamos los estudios.
¿Es hora de que el Izquieta Pérez se descentralice?
Estamos convocando para eso y que permitan apoyar en gestiones en donde tiene altísima competencia y buena experiencia, como en el manejo de la producción de insumos y biológicos.
¿Así como está esa entidad no hace ni lo uno ni lo otro?
El control desde el punto de vista biológico está abandonado. No se hace un registro y análisis sistemático de medicamentos. En el país nadie tiene una tabla que diga hemos encontrado estos medicamentos y hay que sacarlos del mercado porque no cumplen con la calidad y las especificaciones.
La tarea del Izquieta Pérez es tomar muestras de los medicamentos para las pruebas necesarias ¿Eso no pasa?
Ocurre salvo que haya una denuncia específica de contrabando, de adulteración o que los medicamentos puedan estar dañados. Pero que haya un trabajo sistemático no conozco.
¿Cómo hacer que pacientes y médicos confíen en los fármacos genéricos?
El país debe ponerse pantalones largos en esto. Nunca más debe permitirse que se juegue con la salud. El hecho de que una persona esté desnutrida no quiere decir que le van a dar medicamentos de primera o segunda.