Operativo de control de armas realizado en el sector de Calderon. Foto: Eduardo Terán/ El Comercio
“Me dio miedo creí que algo había pasado, un robo… y estaban buscando al ladrón en los buses”, fue la primera impresión de Silvana Chávez, de 36 años, cuando un oficial detuvo el bus en el que viajaba y le ordenó al chofer que abriera las puertas.
A las 17:05, de hoy, miércoles 04 de febrero, en la calle 9 de agosto en Calderón, se colocaron conos y alrededor de doce policías iniciaron el operativo de control a los pasajeros de los buses.
El primer bus fue a las 17:28, una unidad de la cooperativa Calderón que cubría la ruta Parque de los Recuerdos, 10 de agosto, Integrado.
“Nunca antes me había pasado algo así”, dijo Carmen Quinlla, cuando la bajaron del bus con sus bolsas de compras en cada mano y le pidieron que se pusiera contra la pared con brazos y piernas abiertas para iniciar el ‘cacheo’.
Con sorpresa y con una sonrisa tímida dijo estar de acuerdo con estos operativos, porque no se siente segura al viajar en un bus y menos cuando empieza a caer la tarde.
Estudiantes, mujeres con niños en brazos, o con chicos pequeños, gente de la tercera edad bajaban de la unidad de transporte con una expresión de asombro. La mayoría de pasajeros desconocía que estos operativos se realizaban. Los gendarmes los registraron para verificar si no portaban armas, o alguna sustancia a fiscalización.
Para las pasajeras del bus hubo dos mujeres policías que revisaron minuciosamente sus carteras o mochilas, todo fue registrado con máximo sigilo. Incluso, las mochilas de estudiantes y las bolsas de compras con el fin de brindar mayor seguridad a la comunidad.
Pero no todos creyeron que fue una buena idea. Algunos pasajeros ,como Gabriela Cribán, pasajera del bus Calderón, que cubre la ruta del Trole, pensó que le hicieron perder su tiempo, porque estaba cansada del trabajo y a regañadientes bajó de la unidad.
Otra ocupante, solo quería que la revisaran rápido ya que debía ir a una cita odontológica y “estaba con las justas” para llegar a tiempo. Después de la requisa no abordó nuevamente el bus, pues corrió porque estaba cerca al consultorio médico.
Eduardo León, de 65 años, dijo que se siente fantástico con este operativo y que hace tiempo se debía realizar.
El teniente Carlos Salgado estuvo a cargo del operativo. Mencionó que se estos controles a los pasajeros de los buses se los realiza una vez al día en Calderón.