El control a 60 universidades es muy débil

Si bien la universidad significa una fuerte erogación de dinero o un endeudamiento salvaje de parte de los padres y los estudiantes, también es cierto que la situación de los chilenos permite ahora una masificación de estudiantes, cuando antes era solo para unas élites". Así explicaron a este Diario fuentes gubernamentales, que pidieron el anonimato, el complejo sistema educativo.

Hace 50 años, de acuerdo con el libro 'Educación superior en Chile, instituciones, mercado y políticas gubernamentales', de José Joaquín Brunner, en Chile solamente había ocho universidades sostenidas por el Estado. Hoy superan las 60 que son financiadas por las familias, el Fisco y las entidades privadas.

"El problema no es únicamente ese, sino la falta de control a varias universidades. Y algunas son muy malas", dijo el vocero gubernamental, Andrés Chadwick. "Carecemos y necesitamos una intendencia de educación superior", añadió.

Seis puntos se deben cumplir para ser acreditado: infraestructura, calidad estudiantil, calidad del profesorado, cantidad de egresados, cantidad de investigaciones y extensión universitaria (trabajo con la comunidad).

La acreditación es un problema. Cada universidad debe acreditarse en el Consejo Nacional de Acreditación, que es un ente público y autónomo. Pero cada carrera debe acreditarse en alguna agencia coordinadora, que es privada.

Hay carreras que están funcionando y no han sido acreditadas. El financiamiento del Estado depende de la cantidad de alumnos que tienen y su egreso. Por eso, en muchas de las U. privadas aceptan a cualquier estudiante sin un mínimo de puntaje. Y el título, en un país competitivo como Chile, difícilmente le permitirá encontrar trabajo frente a egresados de academias con prestigio.

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