La contratación de empleadas domésticas bajó a niveles de 2013

Para las trabajadoras remuneradas del hogar del país, cada vez es más complejo hallar un puesto de trabajo. 
Tras una intensa búsqueda de dos años, Narcisa Reascos logró colocarse el año pasado en una casa, pero solo pudo mantener su empleo seis meses.

En diciembre sus patronos, de origen peruano, dejaron el país y la mujer quedó en la desocupación. Desde este mes, Reascos busca trabajo en la empresa de servicios de limpieza y colocación de personal doméstico ProHogar.


Los costos que implica pagar a una trabajadora del hogar impactan al sector.Un análisis hecho por la empresa determinó que emplear a una persona a tiempo completo para esta actividad cuesta USD 513,54.


Esta cantidad incluye el salario básico más los proporcionales mensuales de décimos, vacaciones, el aporte patronal al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), entre otros rubros.

ProHogar se dedica desde el año pasado a las colocaciones. Al inicio ubicaba a entre tres y 10 personas al mes. Pero en el último trimestre del 2015 la demanda de trabajadoras del hogar cayó y la tendencia continúa en lo que va de este año.
 Carla Vasco, ejecutiva de la firma, señala que contratar a estas trabajadoras no es barato.

Para ahorrar costos, los empleadores prefieren ahora personal a medio tiempo o en jornada parcial permanente (por determinadas horas).


Este es el caso de Leonor Sani, trabajadora independiente y madre de dos niños. Ella busca contratar una trabajadora del hogar que le ayude medio tiempo o menos con el cuidado de sus hijos. “No tengo para pagar un salario básico y menos para enfrentar los costos de afiliación y otros pagos que esa remuneración implica”.


De las cinco personas al mes que colocaba la agencia de empleo La María en el 2014, todas eran a tiempo completo.
 El año pasado, la colocación bajó a dos o tres al mes y solo por medio tiempo o jornada parcial. “Paulatinamente el escenario ha ido cambiando (...). Es por el alza del sueldo a las trabajadoras”.

En la agencia Eras, el 60% de las trabajadoras que coloca es para laborar a medio tiempo o jornada parcial.


Maximina Salazar, presidenta de la Asociación de Trabajadoras del Hogar, reconoce esta realidad y asegura que en esas jornadas reducidas la paga es menor por lo que las personas deciden trabajar en diferentes casas para tener más ingresos.


Para este gremio, los empleadores ven al tema salarial y de cumplimiento de regulaciones como dos problemas. Por eso se producen irregularidades, despidos y se reducen las contrataciones de personal.

Para evitarse complicaciones, los empleadores optan por otros mecanismos para el cuidado doméstico. ProHogar, además de las colocaciones, también ofrece el servicio de limpieza en hogares y oficinas.

Las personas que contratan el servicio pagan directamente a la empresa –que es la que contrata a las trabajadoras- y evitan los trámites de afiliación, registros en el Ministerio de Trabajo, entre otros.


En ProHogar, el 90% de los clientes opta por el servicio de limpieza eventual y el resto busca una trabajadora doméstica para sus viviendas.


Maritza Zambrano, quien se dedicó al servicio doméstico por más de 17 años, comenta que el tiempo para hallar un empleo en esta actividad toma entre 15 días y varios meses, según el caso. “Hay muchos despidos. Conocí de un caso de una señora despedida intempestivamente. (...) siempre recibo llamadas similares”.


Actualmente Zambrano no trabaja y se dedica al activismo a favor de las trabajadoras no remuneradas del hogar. 
Otras personas son madres solteras o de mayor edad, por lo que enfrentan mayores dificultades para encontrar un trabajo por sus condiciones sociales.

Narcisa Reascos comenta que los problemas de salud también pudieran incidir a la hora de ser escogidas para trabajar.
 Según la encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos, a diciembre del 2014 del total de trabajadores con empleos adecuados, un 3,2% era del servicio doméstico.

Para el 2015, la participación bajó al 2,5%.
 Esto significó, siguiendo los cálculos de la Corporación de Estudios para el Desarrollo, que unas 27 500 trabajadoras del hogar dejaron de tener un empleo adecuado.

En la agencia Eras las colocaciones cayeron un 50% entre el 2014 y 2015, al pasar de 40 personas empleadas al mes a 20 en ese lapso. Para Luis Torres, propietario de esta agencia, los patronos con mayores recursos han hecho ajustes en el personal en casas o empresas debido a que enfrentan el peso de un año económicamente complicado.

Mientras que los de clase media ven al alza del salario básico como un limitante.
En esta empresa de colocación, de las 20 personas que se emplean al mes, apenas siete logran sostenerse en el cargo.
Mónica Farías, propietaria de La María, señala que desde este año más gente ha llegado en busca de empleo. Unas 20 cada día, indicó.

Las personas que trabajan a tiempo completo, dijo, son las que enfrentan mayores despidos frente a las que laboran bajo medio tiempo o jornada parcial permanente.

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