El jueves, agentes de la Aduana decomisaron 33 botellas de whisky en el puente internacional de Macará. Foto: Aduana del Ecuador
La página de Facebook tiene más de 87 000 seguidores y cerca de 300 fotos con imágenes de botellas de whisky, vodka, tequila, ron, champán y hasta aguardiente. Los precios equivalen a la mitad de lo que se vende en supermercados o en las licorerías.
En los comentarios, la gente pregunta si son originales y los vendedores dicen que sí.
“Son traídos desde Colombia”, contesta uno de ellos, quien da un número de contacto para los pedidos. De hecho, estos se coordinan solamente a través de whatsapp.
Por ese medio concretan la entrega a domicilio o en punto que fije el comprador. Esto no se hace ni en locales ni en tiendas. Agentes de Aduanas comenzaron a investigar estos casos y detectaron que son contrabandistas que durante las festividades de Navidad y Fin de Año intensifican sus actividades delictivas. Eso suele suceder en estas fechas, pero ahora se descubrió que sus operaciones son más fuertes en las redes sociales.
Hasta el año anterior, los sospechosos visitaban las licorerías y ofertaban las botellas a menor precio. Dejaban tarjetas de presentación y las entregas se hacían por las noches. En tres mercados de Quito, los comerciantes aseguran que los desconocidos llegaban al menos una vez al mes a los locales.
Pero en este año, se los vio solo hasta marzo y abril y ahora los clientes de las bandas ya no son los comerciantes sino consumidores particulares. Esto también ha detectado Edi Castillo, presidente de la Federación Nacional de Distribuidores y Expendedores de Bebidas Alcohólicas.
El cambio se produjo, porque con la implementación de la etiqueta fiscal, los licores ilegales son identificados fácilmente. Entonces, los contrabandistas ya no dejan el producto en grandes tiendas, sino que los venden directamente a los consumidores.
La etiqueta fiscal comenzó a regir en octubre del 2015. Desde entonces, plataformas como el Facebook, Twitter e Instagram se volvieron claves para ofertar el producto de contrabando.
En el 2015, a escala nacional Aduana confiscó USD 1,7 millones en licores ilegales. Mientras que en los 11 meses de este año ya suman USD 1,8 millones. Se calcula que este mes aumente un 10% más, ya que los controles se incrementaron en estos días. Así lo indicó el ministro del Interior, Diego Fuentes, y dijo que durante estas fechas las fronteras con Colombia y Perú están más vigiladas.
Lo mismo advierte la Aduana que destinó 1 000 hombres para la vigilancia en puntos específicos de Tulcán en Carchi y Huaquillas en El Oro.
Además, este año se formó un grupo de Inteligencia que se dedica solo al rastreo de cuentas de Internet que ofertan alcohol ilegal. Así fue como hace un mes allanaron bodegas en Samborondón. Allí las redes almacenaban el producto luego de que era traído en camiones, camionetas y vehículos con doble fondo o techos falsos.
De hecho, en lo que va de diciembre, cinco automotores han sido detenidos en las carreteras con botellas ilegales.
Uno de los últimos decomisos se produjo el jueves en el puente internacional de Macará, Loja. Un carro intentó ingresar desde Perú 33 botellas de whisky. Algo similar sucedió el 13 de diciembre cuando un automóvil negro fue detenido en Tulcán con USD 2 800 en botellas camufladas en el motor. Fabián Soriano, subdirector de Operaciones de la Aduana, advierte que en esos casos, los vehículos fueron retenidos y los conductores enjuiciados.
En contexto
Actualmente la etiqueta fiscal es colocada en las botellas de ron, vodka, whisky y vino. Pero a partir del 16 de enero se extenderá al resto de licores. El alcohol que está en bodegas deberá regularse hasta agosto.