Fotografía de la avenida Naciones Unidas en el norte de Quito. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
La contaminación proveniente de los tubos de escape, principalmente de los vehículos que utilizan diésel, es el primer factor de la contaminación en el aire de Quito. Los niveles de varios gases, según mediciones realizadas por la Secretaría de Ambiente, se mantienen en condiciones deseables en este 2015.
Los registros de los contaminantes que mide la Red de Monitoreo Atmosférico de Quito (Remmaq) correspondientes al promedio urbano de monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y material particulado fino, se mantienen en condición deseable.
La Huella de Carbono de Quito, presentada en agosto del 2014, reveló que se emiten 2,8 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Los automotores aportan con el 56%.
El año anterior, 468 776 vehículos circularon en Quito y este año está previsto que 50 000 carros se incorporen al parque automotor.
No obstante, también hay otros materiales contaminantes que van a la atmósfera. Según el índice de la semana del 8 al 11 de mayo del 2015, la máxima concentración de ozono se midió el lunes 5 de mayo en la estación de Guamaní.
Respecto al material particulado grueso PM10, un índice que mide partículas finas perjudiciales para la salud humana, la máxima concentración se registró en Carapungo, el viernes 9 de mayo
El informe concluye que no existió superación de la norma vigente para ningún contaminante. La calidad de aire en el Distrito Metropolitano se encuentra monitoreada de forma continua y no ha presentado variaciones significativas.
Sin embargo, el análisis general de la calidad del aire durante el año 2014 mostró que hubo tres días en los que el nivel de contaminación fue de “precaución” esto se dio tras la quema de monigotes por fin de año en enero y el día de ingreso a clases de los estudiantes de ciclo básico y bachillerato.