Ante el escenario de una eventual reelección indefinida, desde la oposición se han sumado las críticas a Alianza País. Pero más allá de estas, también han comenzado a circular propuestas para impedirla.
Hasta el momento, se conocen de cuatro iniciativas de consultas populares. La organización indígena Ecuarunari, el movimiento Concertación, de César Montúfar; el Partido Sociedad Patriótica, de Lucio Gutiérrez; y el movimiento Creo, de Guillermo Lasso, han comenzado a aparecer a la palestra pública, cada uno con sus propias iniciativas.
Sin embargo, de ellos solamente uno tiene algo concreto. Gutiérrez ha elaborado las preguntas para reformar el Consejo Nacional Electoral e impedir la reelección.
No será fácil. Montúfar no quiere aliarse con Gutiérrez, quien en esta edición explican sus razones. Por otra parte, la Conaie, del que forma parte la Ecuarunari, no se aliará con Lasso. Así, el panorama de una consulta popular se vuelve muy complejo.
‘Excluir a algunos grupos favorece la perennización del Gobierno’
Lucio Gutiérrez/ Expresidente de la República
¿Qué propone Sociedad Patriótica ahora que hay otras tres iniciativas de consulta?
Solo la unidad nos hará libres. Tenemos que dejar a un lado ciertos traumas, ciertos intereses de partidos y dirigentes políticos para impulsar esta gran unidad.
¿Qué es lo que propone?
Proponemos reformar el art. 218 de la Constitución para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) esté integrado por representantes de la sociedad y de las organizaciones políticos. La segunda es reformar el art. 114 para evitar la reelección inmediata, porque eso le permite al Presidente utilizar recursos públicos en la campaña.
¿Cómo promoverán esta propuesta?
Se ha socializado desde hace varios meses con los asambleístas de todas las agrupaciones políticas. Propusimos que se la incluya dentro de las enmiendas pero los gobiernistas la desecharon.
¿Y quién lo liderará?
El pueblo debe recoger las propuestas y condensarlas en un solo documento, no los partidos ni sus dirigentes. Las organizaciones políticas y sociales podemos recoger las firmas. Incluso nos hemos atrevido a proponer un nombre: Junta Cívica y Patriótica.
Dentro de este debate hubo una petición de que Ud. y el PSP no participen.
Eso no es patriotismo, no es responsable; es favorecer la tesis del Gobierno de perennizarse en el poder. No vale la pena ni siquiera responder a esas actitudes divisionistas. Yo debería ser el primer resentido, si cabe el término, porque algunos estuvieron en el golpe de Estado contra un presidente electo democráticamente.
¿Cómo lograr que el pueblo no quede opacado por los políticos?
El pueblo somos todos, no se puede decir menos tal persona o tal organización, tienen que estar todos los que quieran autoconvocarse. ¿Le hacemos caso a ese señor (César Montúfar)? Si las organizaciones políticas son el puente entre el pueblo y el poder, entonces por qué hacerlas a un lado.
¿Quién hará la autoconvocatoria?
A través de un medio de comunicación, lo puede hacer un grupo de estudiantes, de profesionales, etc., que convoquen a todos los que queremos un cambio.
Si le dicen que no participe, ¿lo aceptaría?
Eso no es unidad. ¿Queremos un país unido o desunido? ¿De qué unidad estaríamos hablando entonces?
¿Con qué podría aportar el PSP?
Tenemos estructura en todo el país y la ofrecemos al Ecuador. Estamos dispuestos a sumar voluntad, capacidad y esfuerzo para recuperar la democracia, no para liderar, no para ‘figuretear’.
‘La resistencia no es contra Correa sino recuperar
la democracia’
César Montúfar, Líder del movimiento Concertación
¿Por qué se debería excluir a Lucio Gutiérrez de la exigencia de una consulta popular?
Esta lucha es por mantener los principios fundamentales de la democracia. No es solo una resistencia frente a un proceso autoritario, sino también una reconstrucción hacia el futuro.
Gutiérrez, Álvaro Noboa o Abdalá Bucaram han sido responsables del quebrantamiento institucional del país. Cuando escuchamos a Lucio Gutiérrez querer abanderar todo el proyecto de lucha por la democracia, nos preguntamos si en realidad quiere derrotar a Correa para volver a posesionarse con ellos, con el mismo proyecto cuando estuvieron en el poder.
¿No es más necesario armar un gran frente, para evitar la reelección?
El problema de este frente de unidad no es contra Correa, sino de defender la democracia contra el autoritarismo, en el cual están ciertos actores, que quieren aprovecharse de ese proceso. Aquellos que en el poder buscaron también un proyecto autoritario no pueden ahora defender la democracia.
¿No es antidemocrático excluir a otras organizaciones políticas?
Yo le pregunto a la mayoría de ecuatorianos ¿qué estaríamos buscando cuando el correísmo termine? El regreso de Lucio Gutiérrez al poder o una eventual reestructuración de fuerzas como el Prian, el PRE…
Si se acusan a responsables, ¿dejaría de lado a organizaciones que apoyaron, al menos por un tiempo, a este Gobierno?
Hay niveles de responsabilidad y niveles de autoría. Existen nuevas organizaciones que surgieron a raíz del correísmo y que pueden aportar a una verdadera democracia, libertad e igualdad.
Desde una visión más analítica, una es la fase de resistencia y otra la de consolidación de un proyecto político. El oficialismo ya no está en una fase de expansión. Tampoco se está derrumbando, pero desde el 23 de febrero está en declive. Por lo tanto en este momento no es la resistencia lo que cuenta sino la construcción de un proyecto.
Pero hay proyectos distintos y la Conaie ha dicho que no se unirá a las propuestas de la derecha aunque esté en contra de la reelección. ¿Cómo enfrentaría esta división ante un principio que es colectiva?
Estamos en una fase inicial de lo que va a ser un gran movimiento nacional para oponernos a la reelección y a los enormes retrocesos que se establecen en el proyecto de enmiendas. Este gran esfuerzo no va a ser hegemonizado por nadie, ni liderado por nadie, este va a ser un esfuerzo de pluralidad, desde actores de la derecha como Lasso, hasta movimientos de izquierda como Montecristi Vive.