La construcción de tres minas avanza en el Ecuador

El Gobier­no ecuatoriano espera que los proyectos Mirador y Fruta del Norte arranquen la producción minera a finales de este año o a inicios del 2019. Foto: Cortesía Lundin Gold

El Gobier­no ecuatoriano espera que los proyectos Mirador y Fruta del Norte arranquen la producción minera a finales de este año o a inicios del 2019. Foto: Cortesía Lundin Gold

Proyecto Minero Loma Larga está ubicado entre los cantones azuayos de Cuenca, San Fernando y Girón. Está concesionado a la firma minera INV Metals. Foto: Cortesía INV Metals

La construcción de tres minas a gran y mediana escalas avanza en el país. Las obras corresponden a los proyectos Fruta del Norte y Mirador, en Zamora Chinchipe, y Río Blanco, en Azuay. El Gobierno prevé este año iniciar la negociación del contrato de explotación del proyecto Loma Larga, en Azuay.

Río Blanco, el que mayores avances registra, está en la fase de explotación. Un total de 200 metros de túnel ya está excavado y desde allí se tiene acceso a la veta Alejandra, que es una de las dos de la concesión de la empresa china Ecuagoldmining. La otra se denomina San Luis.

Según el supervisor del proyecto, Alonso Mora, ya existe una extracción anticipada, incluso antes de tener la planta para extraer el mineral. En la actualidad se obtienen 120 toneladas (t) por día de roca mineralizada. Según Mora, para el 2020 se prevé alcanzar las 800 t diarias, por lo que están enmarcados en la categoría de mediana minería. La gran minería es considera cuando superan las 1 000 toneladas.

Para extraer el oro y la plata se emplearán los sistemas de gravimetría y flotación. “No se empleará el cianuro”.
Río Blanco está integrado por tres concesiones con 4 979 hectáreas (ha), pero el proyecto apenas se desarrollará en 50 ha.

El proyecto Fruta del Norte está en fase de ingeniería y construcción de la mina. Entre las obras principales está el desarrollo subterráneo de los túneles. Además, se trabaja en la vía de acceso al proyecto y la línea de transmisión eléctrica.

La totalidad de las obras de construcción suma un avance del 10%, según la empresa.

Esta fase del proyecto tiene un costo de USD 730 millones; de ellos, se ha ejecutado 90 millones. A esto se añade 150 millones invertidos antes de la fase de construcción.

La empresa ha trabajado con dos equipos de avanzada: uno para el tema arqueológico y el segundo de rescate biótico (flora y fauna de la zona). Por ejemplo, la capa vegetal, que en algunos casos ha tenido que ser retirada, va a un vivero para -finalizados los trabajos- ser replantada. Otra forma de reducir el impacto es que el material que va a procesar el proyecto será devuelto (como relleno) a la mina sin el oro.

El proyecto Loma Larga, a cargo de INV Minerales Ecuador, está en la fase de exploración avanzada. Según su gerente, Jorge Barreno, a este ritmo la producción puede empezar los próximos dos o tres años.

El mandato minero retrasó este proyecto. La exploración se inició en el 2003, pero se paralizó en el 2007 y recién en el 2013 se pudo retomar. Desde que la minera identificó recurso mineral en el 2005 ha invertido USD 60 millones. Para la construcción de la mina, prevista para el 2020, se necesitarán USD 350 millones.

Para reducir el impacto sobre el ambiente se trabaja con apoyo técnico y científico de universidades del Azuay, señaló Barreno. Además, la minera cuenta con una estación científica para el monitoreo de todos los elementos y componentes que pueden incidir en el ambiente. Según la minera, la población directamente involucrada recibe información permanente.

El proyecto ha generado preocupación de organizaciones sociales, indígenas y ambientales por su cercanía con las fuentes hídricas. Hubo pronunciamientos del Concejo Cantonal de Cuenca y del Gobierno Provincial del Azuay.

Otros proyectos en cambio forman parte de un paquete denominado de segunda generación. Uno de ellos es Cascabel, en Imbabura. Este proyecto está en fase de exploración avanzada. En los últimos cinco años SolGold, firma a cargo, ha completado 92 500 metros de perforación en el proyecto, e invirtió USD 90 millones.

La compañía anunció su primera estimación de recursos a inicios de este año y continúa determinando el tamaño del yacimiento. La firma espera completar una evaluación económica preliminar y luego el proyecto pasará a la etapa de factibilidad.

Una vez que se completen esos estudios, el proyecto pasará a fase de construcción.

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