La mujer embarazada fue atacada con disparos, cuando estaba sentada con un grupo de amigos en la cooperativa Jaime Roldós en las Malvinas, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Entre las aguas verdes del estero Las Ranas está sumergido el vehículo que fue usado por tres hombres para supuestamente intentar asesinar a una mujer de 28 años, la tarde del pasado sábado 16 de octubre del 2019. Un grupo de personas enfurecidas por lo ocurrido persiguió a los sospechosos hasta un callejón sin salida donde hallaron el carro. Ahí lo desvalijaron, lo destrozaron con piedras, y palos para luego lanzarlo a las aguas profundas.
Con ayuda de la Policía y moradores de la cooperativa Jaime Roldós en las Malvinas, sur de Guayaquil, llevaron el vehículo hasta la orilla y colocaron pomas plásticas como boyas para mantenerlo a flote. Además con una cuerda sostenida de un poste, ataron al automotor desde las llantas para evitar que la corriente del estero lo arrastre.
Tras cinco días del ataque en el barrio de la joven siguen consternados por lo sucedido. Sus familiares aseguraron que la mujer se está recuperando, pero prefieren no hablar del tema por seguridad.
Al muelle llegan personas de sectores aledaños para observar el carro. Allí, los habitantes comentan que la mujer había sido amenazada semanas antes, tras estar presuntamente vinculada en el asesinato de un joven del mismo barrio.
Los testigos del hecho recuerdan que el fin de semana la mujer estaba a unos metros del estero, sentada en un tronco y rodeada de amigos.
Las personas reaccionaron con furia tras el ataque y empujaron hacia el estero al vehículo en el que se movilizaban los supuestos agresores. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Cuando el vehículo de color blanco se acercó hacia ella se bajaron tres hombres y le dispararon. Según las versiones, la víctima se ocultó detrás de una motocicleta y los sicarios no lograron terminar con su vida.
Producto de los cinco impactos de bala que recibió en su estómago y extremidades. La mujer perdió al bebé que llevaba en su vientre por ocho semanas. Una de las balas perforó su útero.
Eso provocó una hemorragia interna y tuvo que ser intervenida de emergencia.
El teniente coronel Fausto Miño, jefe del Distrito Los Esteros, dijo al principio pensaban que se trataba de un robo, pero esa idea fue descartada, porque los sicarios no se llevaron nada. Las primeras investigaciones indican el ataque sería por problemas de territorio para la venta de droga.
Según la Policía, el vehículo en el que se movilizaban los atacantes fue reportado como robado. Un agente custodia al automotor. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Miño también indicó que el vehículo sumergido en el estero había sido robado horas antes en el centro de la urbe, con el número de la placa lograron hallar a los dueños.
La Policía espera que el propietario del vehículo contrate una grúa para sacarlo. Una vez en tierra, el carro formará parte de las evidencias principales del caso.
Para evitar que vándalos se roben las partes del automotor un agente policial lo custodia.