Cadáveres insepultos
resucitaron, qué horror,
para jorobar al Jefe
y dañar su buen humor’
Los jurásicos del “Cauce
Democrático”, señor,
quieren joder la consulta
y conspiran con fervor.
El flaco y ya viejo Hurtado,
y Pepe Gallardo, anciano,
hacen liga de anticuarios
junto al banquero Pachano.
Algunitos ya pasaron
de los setenta con creces
y no aceptan que el pollito
Jefe controle a los jueces.
El club de superantiguos
quiere sumar sus porotos
y se busca un buen refuerzo
uniéndose a los omotos.
Frente a tal conspiración
el Jefe ya no es feliz
mirando al viejito Albán
junto al diminuto Ortiz.
Simón Espinosa el grande
hace un dúo ‘Dios no quiera’
conspirando noche y día
con el metro y medio Vera.
Ya basta de cuarta edad
y de Pitufos ramplones,
murmura el Jefe y se marcha
a tumbar las invasiones.