La consejera Esthela Acero no tiene voz, pero sí el voto en el CNE

Mayoría del Pleno del CNE la componen Diana Atamaint, José Cabrera y Esthela Acero

Mayoría del Pleno del CNE la componen Diana Atamaint, José Cabrera y Esthela Acero

Mayoría del Pleno del CNE la componen Diana Atamaint, José Cabrera y Esthela Acero. Foto: Cortesía CNE

En una de las sesiones más tensas que mantuvo el Pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), el micrófono de Esthela Acero (Alianza País) solo se encendió en dos momentos, durante las cuatro horas que duró. Uno para registrar su asistencia y otro para votar.

“¿Me escuchan?”, preguntó a los otros cuatro vocales. Tras recibir una respuesta positiva, completó: “a favor de la moción”. Ocurrió en la jornada del miércoles 24 de junio.

El Pleno del CNE trataba el informe de la Contraloría que pide la destitución de tres consejeros electorales, por permitir que cuatro movimientos constaran en el registro de organizaciones políticas y pudieran participar en actividad política. Entonces, la presidenta del CNE, Diana Atamaint (Conaie), mocionó que el informe de Contraloría pase a revisión de las áreas técnico-jurídicas.

Los votos de Acero y del consejero José Cabrera (Partido Social Cristiano) bastaron para que la propuesta sea aprobada. Los tres componen la mayoría del organismo. Decidieron remitir a las áreas técnicas el informe de Contraloría que predetermina su destitución.

El vicepresidente, Enrique Pita (Creo), y el consejero Luis Verdesoto (Junta Cívica de Guayaquil), de la minoría, votaron en contra. Ambos señalaron que las disposiciones de la Contraloría -revertir la inscripción de los movimientos Fuerza Compromiso Social (correísmo), Libertad es Pueblo, Podemos y Justicia Social- son de cumplimiento “inmediato y obligatorio”.

Atamaint y Cabrera son el rostro visible del bloque. Acero no concede entrevistas. Un excolaborador suyo, que pidió reserva de fuente, dice que no le gusta hablar con la prensa, porque cree que la puede perjudicar a futuro. Este Diario envió tres peticiones de entrevistas a ella y a sus asesores, el 22 y 30 de junio y el 10 de julio, pero no obtuvo respuesta.

Esthela Acero reside en Cangahua, Cayambe. Se recibió de ingeniera industrial en Cuba, con una beca del Instituto José Antonio Echeverría. En el 2013, a los 29 años, fue elegida asambleísta por AP, cuando gobernaba Rafael Correa. No presentó ningún proyecto de ley.

En el 2018 se desempeñó 11 meses como coordinadora del Ministerio de Agricultura (2018). Luego participó en el concurso para el CNE. Gustavo Baroja, secretario ejecutivo de AP, firmó su postulación. Su vinculación viene de cuando Baroja fue prefecto de Pichincha en el 2006 y, luego de una polémica, Fidel Acero (padre de Esthela) asumió como viceprefecto.

En 11 días vence el plazo para que los tres vocales presenten sus descargos al informe de Contraloría y decidan si eliminan o no a los cuatro movimientos. El pasado viernes, el correísmo ingresó un reclamo en contra del reglamento de primarias, que establece que la aceptación de precandidaturas debe ser personal.

Eso diluiría la posibilidad de que Correa participe como candidato, a excepción de legislador por el exterior. Acero está en la mira, pues en marzo, cuando Contraloría recomendaba que Fuerza Compromiso Social sea eliminado del registro, Correa citó a Acero en Twitter. “Esthela: ¿te prestarás a esta sinvergüencería”.

El poder de crear mayoría que tiene Acero se evidenció el 10 de marzo, cuando Atamaint y Cabrera presionaban para aprobar el calendario de los comicios, pero ella mocionó dar 48 horas de plazo para revisar el documento, antes de tomar una decisión. Tuvo el respaldo de Pita y Verdesoto.

La división del Pleno del CNE parecía que se superaría cuando se aprobó el inicio del proceso electoral, el 12 de marzo, cuatro días antes de que el Ejecutivo decretara la emergencia sanitaria por la pandemia. Pero esto no ocurrió.

Desde ahí, el Pleno realiza sesiones virtuales. La primera fue el 24 de abril y la última el 6 de julio pasado. Hasta ahora, la mayor parte de los 10 reglamentos ha sido aprobada con los votos de la mayoría.

El pasado 2 de julio, cuando Atamaint y Acero fueron convocadas por la Fiscalía, por una investigación de un supuesto tráfico de influencias, la presidenta llegó con barra propia. Acero prefirió acceder por el estacionamiento.

Acero es investigada por la contratación de Luis Loyo, exdirector de procesos electorales, quien a finales del 2019 se declaró culpable y cumple un año de cárcel por tráfico de influencias. Atamaint se desmarcó y dijo que Loyo era parte del “equipo asesor de Esthela Acero, cuando entró al CNE”.

No ha habido una respuesta de Acero a esas de declaraciones que podrían minar a la mayoría del CNE. Algo que solo se sabrá cuando el Pleno se reúna y Acero accione su micrófono para pronunciar su voto.

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