El caso del asesinato de un niño en Brasil ha conmocionado a la población, por los macabros detalles del crimen. Foto: Captura de pantalla
El caso de Rhuan, un niño de nueve años cuyo cadáver fue encontrado decapitado y con signos de tortura, estremece a Brasil. La Policía detuvo a la madre del menor y a la conviviente de la progenitora, quienes confesaron el crimen del pequeño ante las autoridades.
La Policía brasileña halló el cadáver del niño dentro de una maleta, en la cuneta de una alcantarilla, después de una alerta que recibieron de parte de pobladores de Samambaia, en el Distrito Federal (cerca de Brasilia), donde el menor vivía con su madre.
El reporte forense, según publica el diario O Globo de Brasil, señala que el niño fue decapitado mientras estaba vivo y el cuerpo presentaba heridas de 12 puñaladas. Las dos mujeres desmembraron el cadáver y habrían amputado el órgano sexual de la víctima.
Luego del asesinato, las detenidas intentaron incinerar el cadáver en una parrilla casera. Los agentes de la Policía llegaron al domicilio donde reside la pareja y en el lugar se encontraba una niña de ocho años que fue puesta bajo custodia. La menor, al parecer, habría contado a los agentes que las mujeres le quitaron la vida al pequeño.
El crimen fue perpetrado el 31 de mayo del 2019. La madre del pequeño y su pareja confesaron los detalles a las autoridades el 11 de junio, que han copado las páginas de los medios de comunicación de Brasil el domingo 16 de junio.
El diario O Globo informa que ambas mujeres enfrentan cargos ante la Justicia brasileña por homicidio, tortura, ocultamiento de cadáver, lesiones corporales gravísimas y fraude procesal (este último, por haber intentado deshacerse de la evidencia).