Diplomáticos, representantes de la comunidad judía, autoridades y activistas de derechos humanos asistieron este 24 de enero del 2020 a la conmemoración del Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, en el Legislativo de Ecuador. Foto: Twitter Asamblea Nacional
El presidente de la Comunidad Judía del Ecuador, Abraham Vigoda, y Joaquín González, representante del coordinador de Naciones Unidas, hicieron un llamado este viernes 24 de enero del 2020 a luchar contra la intolerancia y el racismo, a propósito de la conmemoración de las Víctimas del Holocausto.
“Lo que sucedió y aún sucede con el pueblo judío debe servir como señal de advertencia para otros, y aportar todos nuestro grano de arena para luchar contra cualquier manifestación de intolerancia, racismo, antisemitismo y xenofobia”, sostuvo Vigoda.
A ese llamado se unió el embajador del Estado de Israel en Quito, Ze’ev Harel, durante un acto solemne que se dio esta mañana en el Salón Mejía Lequerica de la Asamblea, en el que se escucharon desgarradores testimonios de los sobrevivientes.
“La discriminación es el principal factor que nos hace ser intolerantes. Por eso hoy en día somos testigos de tantos conflictos mundiales. La falta de tolerancia provoca racismo, violencia y guerra”, sostuvo el Embajador.
Agregó que “es necesario consolidar los valores que generan un compromiso con la tolerancia, el diálogo y el respeto de las diferencias para construir entre todos una sociedad más justa y sin odios”.
“Para mí, el Holocausto no es solamente un capítulo de la historia, es la historia personal de mi familia”, relató Harel, cuyos progenitores nacieron en Hungría, donde el Ejército nazi “asesinó brutalmente” a casi 600 mil judíos, en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo, Vigoda comentó que sus abuelos, quienes sobrevivieron a uno de los campos de concentración, tras ser rescatados, fueron recibidos en el Ecuador. “Lamentablemente solo ellos porque casi toda su familia, mi familia, fue vilmente asesinada por los nazis”.
“Mis abuelos no querían contar, no querían hablar del Holocausto, de forma que no tengo demasiados testimonios de ellos. Pero entre las pocas cosas que sí me comentaron es que mi abuela, cuando se encontraba enferma solía sacarse sangre de los dedos de la mano para pintarse la cara. Lo hacía para no estar pálida y que los nazis la mataran. O que cuando pasaban hambre comían césped asumiendo que si las vacas lo hacían a ellos no les haría ningún daño”, dijo.
El evento, al que no asistieron las principales autoridades del Parlamento, incluyó el encendido de seis velas en memoria de las más de 6 millones de víctimas del Holocausto.
“El resurgimiento del odio en los últimos años, desde el extremismo violento hasta los ataques de lugares de culto, demuestra que el antisemitismo y otras formas de intolerancia religiosa, el racismo y los prejuicios siguen estando muy presentes entre nosotros. Pero mientras perdure el odio también lo hará nuestra determinación de combatirlo”, acotó González.
El 27 de enero próximo se conmemorarán 75 años desde que el ejército soviético liberara el mayor campo de exterminio nazi en Auschwitz-Birkenau, en Polonia.