Honduras, Ansa
El régimen de facto que encabeza Roberto Micheletti logró anoche que el Congreso aprobara el retiro de Honduras de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
El presidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio, adhirió a Honduras al ALBA el 25 de agosto de 2008, pero Micheletti acordó el 15 de diciembre, en una reunión del Consejo de Ministros, enviar al Congreso un proyecto decreto para desligar al país de esa alianza.
Varios diputados del Partido Liberal seguidores de Zelaya votaron en contra del retiro del ALBA, igualmente los cinco parlamentarios del partido Unificación Democrática (UD, izquierda).
Rafael Alegría, dirigente campesino y uno de los coordinadores del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, condenó la “actitud antipatriótica de los diputados que aprobaron que Honduras saliera de este convenio internacional de cooperación y de integración de los pueblos de América”.
Señaló que Honduras recibió del ALBA muchos beneficios, “especialmente para las grandes mayorías de nuestro país, más de 2 000 compatriotas fueron operados de la vista gratuitamente, los campesinos recibieron tractores para arar la tierra y las pequeñas empresas fueron beneficiadas con financiamiento”.
“Es triste y lamentable que estos señores diputados, a quienes el pueblo eligió, siempre se coloquen contra el pueblo y legislen a favor de las elites que nos gobiernan, y lamentamos que el presidente electo, Porfirio Lobo, sigue en alianza con el señor Micheletti y con los sectores más conservadores del país, para legislar en contra el pueblo”.
El ALBA, con la salida de Honduras, queda integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
Ninguno de esos países, igual que la mayoría de la comunidad internacional, reconocen al régimen de facto de Micheletti, ni las elecciones que se realizaron el 29 de noviembre pasado en las cuales triunfó Porfirio Lobo.
El retiro del ALBA fue aprobado por el Congreso en la misma sesión que los diputados decidieron no aprobar la amnistía para beneficiar a los involucrados en los delitos derivados del golpe de Estado que derrocó a Zelaya.