La Revolución de Quito del 10 de agosto de 1809 fue uno de los primeros pronunciamientos anticoloniales, y la ocasión en que se instauró el primer gobierno autónomo de la América Española. Por ello debe ser celebrado con relieve.
Pero esa celebración debe asumir nuevas características. Muchos historiadores nos negamos a reducirnos a la tradicional acción de los marqueses, y menos aún vamos a participar en la pobre disputa sobre la falsa “competencia” entre el 10 de agosto y el 9 de octubre, planteada desde la ignorancia y las taras regionalistas. La Revolución de Quito abrió el proceso de nuestra Independencia y tuvo impacto continental. Debe ser conmemorada en una dimensión mundial.
Si el siglo XIX fue el de las independencias latinoamericanas y del crecimiento y auge de los imperios coloniales, el siglo XX fue el de la descolonización en Asia, África y el Caribe. Las independencias latinoamericanas decimonónicas y los procesos de decolonización de otros lugares del mundo en el siglo pasado tuvieron gran impacto en el ámbito internacional, y cambiaron la historia del mundo.
La conmemoración del bicentenario de la Revolución de Quito es ocasión para promover, por primera vez en la historia, un estudio comparativo entre los dos procesos en un marco global, con sus actores, continuidades y rupturas. Es un gran aporte en la relación Sur-Sur. En esta línea se ha organizado el simposio “Las independencias, un enfoque mundial. Estudios comparativos sobre la transición de colonias a estados nacionales en los siglos XIX y XX”. El evento
propone un trabajo inédito de comparación de los procesos mencionados, con sus paralelismos y diferencias en una perspectiva mundial, con una veintena de ponentes de 13 países de América Latina, Europa, Norteamérica, Asia y África.
El simposio se realizará en el VII Congreso Ecuatoriano de Historia y IV Sudamericano de Historia, entre el 27 y el 31 de julio de 2009. Tiene el auspicio del Gobierno Nacional, especialmente del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación. Es organizado por la Universidad Andina Simón Bolívar y su Área de Historia, la Sección Historia y Geografía de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Asociación de Historiadores del Ecuador, Adhiec, y el Taller de Estudios Históricos, Tehis. Tiene la colaboración internacional del Colegio de América.
El congreso convocará 1 700 participantes, entre ellos 400 de todo el mundo, de países tan lejanos como India y Sudáfrica. Además del principal habrá 20 simposios con 300 ponentes. Será un gran evento académico de alcance continental y cobertura mundial, que permitirá la reflexión sobre los avances de la investigación y la enseñanza de Historia en el país y América Latina. Será un homenaje a Quito y un espacio de debate y crítica.