Así lucía el pasado miércoles 20 de febrero de 2019, alrededor del mediodía, el tráfico en la intersección de las avenidas 6 de Diciembre y República, ubicadas en el norte de la capital. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Quito ocupa el vigésimo sexto lugar en un ranking de las ciudades en el mundo que más problemas de congestión vehicular presentan, según la edición 2018 de la tabla global sobre tráfico Inrix. Además, está en el duodécimo lugar entre las ciudades de América. Mejorar las condiciones de movilidad en la capital es uno de los retos para el alcalde que será elegido el 24 de marzo de 2019.
Este trabajo fue realizado sobre la base de las condiciones del tránsito en 200 ciudades de 38 países. Sus conclusiones nacen de un análisis de big data sobre congestión y tendencias de movilidad. Estos datos revelaron que en Quito se pierden 173 horas en atascos al año y 167 en Guayaquil. La capital ecuatoriana pasó del puesto 29 en el 2017 al 26 en el 2018. Guayaquil lo hizo del 22 al 21. En Moscú, que está en el primer lugar de la lista, suman 210 horas perdidas en el tránsito.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), las demoras en las vías dependen de la hora en la que se realice el viaje. Se calcula que un trayecto puede aumentar en unos 45 minutos, dependiendo de condiciones climáticas, de movilidad y culturales (marchas). El tiempo de recorrido puede aumentar en un 45%.
Por ejemplo, ir de la Villa Flora al Centro Histórico sin congestión puede tomar cinco minutos, pero en horas pico, puede subir a 18 minutos.
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Una medida que se tomó en Quito para mitigar la congestión fue el pico y placa, que a diario saca entre el 20 y el 30% de vehículos privados de las vías, en horas pico. Julio Puga, director de la AMT, dice que la medida fue más útil hace 10 años, cuando había 300 000 vehículos matriculados. El año pasado fueron 448 000, pero en la ciudad circulan 650 000, sumando aquellos que llegan desde otras ciudades.
El consultor en temas de movilidad, Roberto Custode, afirma que la realidad vial de Quito tiene características típicas de las ciudades metropolitanas de América Latina. De hecho, Inrix coloca a Bogotá en el tercer lugar en el ‘ranking’, aunque allí se pierden 272 horas en el tránsito, más que en cualquier otra ciudad en el mundo.
Entre ellas, señala que los problemas de tránsito se derivan de un desarrollo desordenado y poco planificado.
Quito aún tiene una alta concentración de servicios y lugares de trabajo en el centro y en el hipercentro. Prueba de ello es que, según la AMT, entre los 45 puntos de más congestión están el sector de Quitumbe, donde hay una terminal terrestre y una plataforma gubernamental, además del sector de los túneles y La Marín, por donde se ingresa al centro.
Eso causa una gran demanda de viajes diarios hacia estos sectores. Sin embargo, Custode señala que es positivo que haya ordenanzas que promueven la densificación urbana, aunque eso no es suficiente cuando aún se construyen las viviendas unifamiliares en las periferias, que son sinónimo de dispersión y terminan por generar demanda de vialidad y servicios, incluido transporte.
En Quito también hay un uso excesivo del vehículo particular, porque está valorado no solo como un medio de transporte sino como un elemento de status y una aspiración social importante, dice el experto.
Puga y Custode coinciden en que la topografía de Quito marcó una tendencia de construir históricamente vías estrechas. Aún en la actualidad, ese factor limita la posibilidad de tener vías de desfogue.
Sin embargo, sí se han realizado trabajos viales con el fin de disminuir la congestión vehicular. La Epmmop informó que en los últimos tres años se han realizado obras como los intercambiadores de la avenida de Los Granados y de Carapungo, la prolongación de la avenida Simón Bolívar y de la Ecovía hacia el sur, la solución vial Charles Darwin, la calle Carapungo, la rehabilitación de la avenida Interoceánica, del corredor exclusivo del Trole y de la Ecovía. En estos trabajos se ha invertido aproximadamente USD 185,6 millones.
Al finalizar el año, la carga vehicular se aliviará, según Puga, con entrada en operaciones del Metro de Quito, que transportará a 1 500 pasajeros por viaje y 400 000 al día. Hoy, en las rutas troncalizadas (Ecovía, Trole y corredores) se movilizan por día 700 000.
La reorganización de rutas y frecuencias para alimentar al Metro y mejorar la cobertura significará una redistribución de pasajeros hacia este sistema y reducirá la carga sobre las vías por las que actualmente 3 333 buses transportan a 1,5 millones de pasajeros por día.
Puga afirma que la AMT hace controles diarios para reducir la congestión, que incluyen 16 contraflujos y personal organizando el flujo vehicular en las vías. Pero recuerda que la ciudadanía tiene una corresponsabilidad para mejorar la convivencia vial.