La Panamericana Sur tiene 4 carriles entre Machachi y Tambillo que no abastecen el flujo vehicular que pasa por ahí. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Un tramo de aproximadamente 10 kilómetros, entre Tambillo y Machachi, se convierte en un cuello de botella para quienes utilizan frecuentemente la Panamericana Sur para ingresar a Quito.
La congestión vehicular es más visible durante los domingos en la tarde y noche, o en el último día de los feriados.
Un tránsito lento y pesado de casi 40 minutos vivió Gerardo Paz y su familia cuando retornaron de Ambato la noche del martes 5 de marzo, último día del asueto por Carnaval. “Tratamos de salir temprano, pero fue imposible. Los semáforos de ese sector son muy cortos y complican el paso”.
Jennifer Chicaiza vende yogur cerca del intercambiador de Machachi, sobre la vereda de la Panamericana. Para ella y otros comerciantes del sector, la congestión les beneficia porque los clientes compran desde los autos. “En los feriados hay más tráfico y para nosotros es mejor”.
Datos de Panavial, concesionaria de esta vía, indican que por esta zona circulan a diario cerca de 48 000 automotores. Ese tráfico se divide entre quienes salen de Machachi (33 000), de Alóag y Santo Domingo (8 000) y de las zonas aledañas de Tambillo (7 000).
El Ministerio de Transportes y Obras Públicas (MTOP) afirma que los usuarios más frecuentes de esta arteria vial son quienes van y vienen de ciudades del centro sur del país, como Latacunga, Ambato, Riobamba, Guaranda y Santo Domingo.
De acuerdo con Panavial, para aliviar el estancamiento vehicular hay un proyecto para la ampliación a cuatro carriles (por cada lado) en este punto. Los estudios para estos trabajos, afirma esta entidad, se presentaron en el 2006 al MTOP.
Obras Públicas explica que la ampliación de este tramo corresponde al plan de concesión de todo el eje vial Riobamba – Rumichaca, cuyo contrato está en proceso de renegociación. De cumplirse ese acuerdo se ejecutarían trabajos de ampliación a ocho carriles en el tramo Tambillo-Alóag y a seis carriles desde el sector de Alóag hasta Machachi.
La presencia de los semáforos en Tambillo, El Rosal y en la Zona Industrial de Machachi -que permite el único ingreso vehicular al centro de esta parroquia- complica aún más la fluidez del tránsito. En eso coinciden principalmente los moradores de Machachi.
Marcelo Cando es conductor de una camioneta de la cooperativa de transporte liviano Pablo Guarderas y habitante de esta parroquia. Para él, la congestión persiste desde hace cuatro años que ofrece el servicio de transporte. Él ingresa y sale de la Panamericana Sur a diario.
“Llevamos a gente que va a Alóag o a Tambillo. Cuando entran y salen los estudiantes es terrible la congestión aquí”, dice Cando, al referirse al sector conocido como ‘la bomba’ (por una estación de gasolina), en el ingreso a Machachi. “No hay cómo evitar este punto porque sino toca dar tremenda vuelta en Aloasí”.
Panavial considera necesaria la instalación de una nueva estación de peaje en el sector de Amaguaña, para financiar la posible ampliación de esta zona de la Panamericana Sur.
De no concretarse el peaje, la concesionaria calcula que la ejecución de todas las obras (parte vial, reubicación de servicios, intercambiadores y pasos peatonales) costaría cerca de USD 155 millones.
Para otros usuarios como Ximena Dinocunga, la congestión en Tambillo y Alóag no le representa una molestia y afirma que no es tan usual. Ella trabaja en una oficina de la cooperativa de transporte Flor del Valle, en Alóag. “Los policías ayudan el fin de semana. Antes había congestión pero el tráfico no es de todos los días”.
Para el alcalde de Mejía, Ramiro Barros, la congestión en toda esta zona también representa un peligro para los peatones que deben cruzar la vía.
Además, afirma que los accidentes son frecuentes y causan más caos vehicular. “Mejía es uno de los principales productores de leche de Pichincha, por lo cual, al producirse estos estancamientos, se perjudican los productores al no poder enviar la leche a los centros de procesamiento”.