Unos 15 monigotes enormes son expuestos desde la tarde del 28 de diciembre de 2021 en diferentes barrios de la ciudad de Tulcán. Deportistas, personajes y tradiciones están entre los temas escogidos por los participantes del tercer concurso de Años Viejos Gigantes que organiza la Prefectura del Carchi.
Este es un concurso que se hizo por primera vez en el 2018 y el año pasado por la pandemia del covid-19 no se pudo organizar. Según Martin Rosero, director de Desarrollo Social de la Casa de la Juventud de la entidad provincial, por las últimas resoluciones del COE Nacional no podrán hacer el programa como estaba planificado, pero decidieron continuar con el desafío que pone a prueba el humor de los carchenses.
Para evitar aglomeraciones se ha dispuesto solo la exhibición de los monigotes en espacios que no impidan la normal circulación de peatones y vehículos. “No se podrá quemar los años viejos, ni hacer verbenas o actos barriales junto al monigote”.
La temática es libre. En el barrio Consejo Provincial, situado en el norte de la urbe, con la representación Carchi Olímpico destacan los logros alcanzados en Tokio por el ciclista Richard Carapaz y la pesista Tamara Salazar, oriundos de esta provincia fronteriza con Colombia.
Durante esta mañana, vecinos del sector daban los últimos retoques al monigote que representa a Salazar y que mide nueve metros de alto. Marco Rosero, uno de los artífices, explicó que la estructura fue hecha con varillas de hierro y madera y dieron forma al tonificado cuerpo con cartón reciclado. La figurilla luce un uniforme de color negro y la presea de plata que alcanzó la atleta en la cita ecuménica.
En honor al campeón olímpico Carapaz plasmaban con cal una bicicleta de 60 metros sobre la cancha del estadio del barrio.
Rosero empezó a elaborar este tipo de monigotes hace 14 años y su gusto fue creciendo al observar las estructuras gigantes que elaboran artesanos del departamento de Nariño, en Colombia, para el Carnaval de Blancos y Negros.
Luego de la exposición tienen previsto conservar el monigote gigante y transformarle en una jardinera vertical para el embellecimiento del barrio.
En el barrio 4 Esquinas, en cambio, representaron a El Grinch, el duende verde al que no le gusta la Navidad. Diana Ibarra y su familia confeccionaron el monigote, de 2,8 metros de alto, con madera, botellas plásticas, cartón y papel que fueron reciclados. “Nosotros queremos dar un mensaje de compartir lo que tenemos con los demás”.
Un jurado integrado por representantes de tres instituciones y un gestor cultural de la localidad calificarán el mensaje, la utilización de material reciclado, trabajo en equipo, entre otros parámetros, de cada uno de los participantes.
La premiación de los monigotes se realizará el jueves 30 de diciembre en un acto con aforo limitado.