Una nueva jornada de protestas y saqueos que tuvieron como catalizador la escasez y el alto costo de los alimentos se registró el viernes 12 de enero del 2018 en Venezuela, mientras el Gobierno sigue sin pronunciarse sobre estos acontecimientos.
Los disturbios se registraron desde horas de la madrugada, cuando cinco camiones cargados de alimentos fueron abordados por decenas de personas en el estado de Zulia (occidente) para robar los alimentos que cargaban. Además, la poblada se habría robado la batería de los vehículos.
Este suceso se registró prácticamente como una continuación de los disturbios y saqueos registrados al norte del estado de Mérida, en localidades vecinas a Zulia, donde el jueves cuatro personas murieron, decenas resultaron heridas y numerosos bovinos fueron descuartizados en medio de los disturbios por la escasez de comida. Las protestas y saqueos esporádicos en Mérida se extendieron hasta horas de la mañana en el pueblo de Tucaní y sus alrededores, pero el posterior despliegue de la Guardia Nacional (policía militarizada) y las policías locales impidió que se repitieran escenas como las vividas el jueves.
En el oriente venezolano se registraron protestas y saqueos en Cumaná, capital del estado de Sucre, lo que obligó a las autoridades a realizar un operativo policial mientras los comercios optaron por cerrar por temor ante la tensa situación.
De igual manera, en el estado de Lara (centro-occidente) y en el municipio de Carrizal, en las afueras de Caracas, la Policía Nacional reprimió con gases lacrimógenos las protestas de la población en los alrededores de los supermercados.
En tanto, los representantes del Gobierno siguen sin pronunciarse sobre las protestas por escasez de comida que han venido escalando en su intensidad desde fines del año pasado.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, durante una reunión de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) no habló de los saqueos de los últimos días, pero volvió a denunciar la existencia de una “persecución financiera” como una manera de explicar el cuadro de escasez de alimentos e inflación desbordada que vive su país.