La Habana, DPA
Al final, la música y la alegría se impusieron frente a la polémica. Un inmenso mar de multitudes vestido de blanco inundó hoy la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana durante el concierto “Paz sin fronteras” de Juanes que, tras semanas de protestas y discusiones, estuvo cargado de mensajes en pro de la amistad y la hermandad entre los pueblos.
“¡1.150.000 personas en este momento en la Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba! ¡Es una maravilla, es una maravilla, es una maravilla!”, exclamó el colombiano al salir al escenario.
“Estamos acá solamente para decir que la paz es importante y, como Jovanotti dice, la música debe viajar como el aire y debe llegar a todos los lugares. No importa cómo pensemos, no importa qué religión tengamos. Al final, muchachos, somos iguales”.
La plaza, escenario en el pasado de concentraciones políticas e históricos discursos de Fidel y Raúl Castro, se convirtió en pista de baile de una megafiesta en nombre de la paz, en la que el público no se echó atrás ante el devorador calor, con temperaturas de hasta 32 grados centígrados y fuerte humedad al principio de una tarde en la que sí produjeron unos cuantos desmayos.
“Bebed mucha agua, toda la que podais y aguantareis hasta el final”, recomendó a los presentes el cantante español Víctor Manuel.
Algunos cubanos aseguraban estar acostumbrados a actos a pleno sol, incluso en el mismo lugar, con motivo de largos discursos en el pasado del líder revolucionario Fidel Castro que, según recuerdan, empezaban de mañana y se prolongaban hasta los momentos más calurosos del día.
Algunas de las consignas en favor de la paz y la fraternidad estuvieron también dirigidas al pueblo cubano, dividido entre la isla y el exilio en Miami, precisamente desde donde se han producido duras críticas al acto, llegándose incluso a vertir amenazas de muerte contra Juanes o a romper sus discos a mazazos.
“Les damos un abrazo fraternal lleno de amor, de hermandad y de paz de parte del exilio cubano, por parte de los que nos apoyaron y por parte de los que no”, afirmó no obstante la cantante puertorriqueña Olga Tañón al abrir el concierto, desatando un aplauso por parte de la multitud. “Vinimos a Cuba por amor, muchachos.
Y lo hicimos sin miedo para estar aquí con ustedes esta tarde, y nosotros esperamos que ustedes también lo puedan vencer y que todos, todos los jóvenes de la región, todos los jóvenes en Estados Unidos, en Miami, todas las ciudades, venzamos el miedo y podamos llegar a entender lo importante que es cambiar el odio por amor”, dijo por su parte el mismo Juanes.
“¡El mundo se tiene que abrir a este país! ¡Viva Cuba!”, gritó la cantante cubana Cucú Diamante. “¡El pueblo cubano, unido!”. El concierto se encontraba ya en boca de todos en las calles desde hacía semanas, aunque muchos permanecieron ajenos a las críticas desde el exilio, mencionadas por primera vez en medios cubanos hace pocos días. “Es una barbaridad todo lo que se ha visto.
Parece que muchos en Miami son de aquí, pero no quieren a Cuba”, afirma Osmary Múñiz, una cubana residente en Alemania y que ha viajado a Cuba por unos días sólo para participar en el concierto.
El que el público acudiera al evento vestido de blanco como símbolo de paz, como pidieron los organizadores, hacía fácil reconocer a los asistentes ya desde comienzos de la mañana en las calles de La Habana.
Las principales arterias de la ciudad vivían un flujo ininterrumpido de autobuses escolares rumbo a la Plaza de la Revolución, muchos venidos desde otras partes de la isla. “¿A qué joven cubano no le gusta Juanes?”, se preguntaba Yuliet Rodríguez, una joven estudiante universitaria que hacía cola en una céntrica tienda para abastecerse de galletas dulces y refrescos para el concierto.
“Es una gran oportunidad que esos artistas vengan a Cuba. A muchos sólo los conocíamos por su música o por televisión. Yo se lo agradezco mucho a todos”. “Aguantaremos hasta el final, cueste lo que cueste”, afirmaba por su parte Múñiz al dirigirse al concierto junto a su marido alemán.
“Nosotros somos un pueblo al que le gusta la fiesta. Somos bastante divertidos. Eso es lo que verá hoy todo el mundo que encienda el televisor”.
Juanes quiere llevar a Miami el mismo concierto
El cantante aseguró que le gustaría llevar a Miami, bastión del anticastrismo. “Me gustaría que nos presentásemos con esta misma gente en Miami”, dijo Juanes a la prensa local, aunque tiene planes para el tercer concierto “Paz sin Fronteras” en “México o a Colombia, dependiendo de cómo sean las cosas”.
“Vamos a ver. Los invitados siempre están cambiando, pero ojala pudiéramos hacerlo con el mismo elenco”, añadió en relación con los 14 intérpretes y grupos extranjeros y cubanos que lo acompañan en La Habana, entre ellos el trovador Silvio Rodríguez.
Desde que se anunció el concierto en La Habana, hace tres meses, comenzaron protestas contra el colombiano por parte del sector más radical del exilio cubano en Miami -onde vive Juanes con su familia-, que incluso llegaron a amenazas de muerte y destrucción de discos.
“Lo que ha sucedido es necesario. Es parte de todo el proceso. En mi opinión esas cosas deben cambiar en el futuro y este concierto quiere decir precisamente eso, que somos hermanos, aunque pensemos distinto”, señaló. AFP